El genio nació hace 160 años, el 25 de junio de 1852.
Siete de sus invenciones, de sus sueños, de sus
genialidades son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: en
1984 el Parque Güell, el Palacio
Güell y la Casa Milà; y en 2005 la
fachada del Nacimiento, la cripta y el ábside de la Sagrada Familia, la Casa
Vicens y la Casa Batlló en Barcelona, junto con la cripta de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló.
Como seria de excepcional su
creatividad y seguramente fuera de los cánones conocidos en su juventud, que según leo, el director de la Escuela de Arquitectura
de Barcelona, en el momento de otorgarle el titulo, dijo:
“Hemos dado el titulo a un loco o a un genio, el
tiempo lo dirá”
Quienes hemos visitado, admirado y ocupado las
invenciones del arquitecto, hemos sentido el roce de la naturaleza. No caber
duda que su inspiración esta basada en un contacto intenso con ella y la
necesidad del artista de integrar su
obra en ella.
Eusebi Güell, fue uno de los personajes que más hizo para
que la originalidad y la fuerza impactante del genio de Antonio Gaudí fueran conocidas. Sus encargos fueron un escaparate para que a Gaudí le llovieran
peticiones de proyectos de distinto signo.
Creo que con diferencia, es el Parque Güell
( 1900 – 1914) la obra que en más ocasiones he visitado. No voy a detallar, ni hacer un retrato crítico del monumento. Sí que tengo que decir, que el visitante no se
siente ausente, la curiosidad a cada paso es provocada por multitud de
detalles, formas, signos, composiciones …
Me llamó mucho la atención,
que de la megalománica Ciudad de las
Artes y las Ciencias de Valencia, se
alabara la originalidad del “trencadis”, pedazos de cerámica formando dibujos o
composiciones; originalidad que no lo es tanto, ya que no es otra cosa que una
copia de la técnica. El genio de Gaudí , en el Parque Güell, le da un
especial protagonismo. Originales formas
orgánicas y signos que incitan a la búsqueda de mensajes ocultos.
Se cumple hoy el 160 aniversario del nacimiento de un
personaje único, que, como tantos otros dejó su huella, huella maravillosa,
civil, sana, honrada, pacifica, respetuosa, sencilla, humilde, lejos de premios,
alabanzas y alharacas. Por eso, por esa misma sencillez durante un tiempo fue
olvidado y poco valorado.
Hoy, que se valora la gran
obra, el monumento de coste multimillonario, el arquitecto de mayor minuta, es
un ejemplo la actitud de un hombre excepcional.
Humildad y respeto. Dos palabras cuyo contenido debería ser lema
de los personajes públicos, tanto políticos como de cualquier signo. La
sociedad necesita de una regeneración, de un baño de pobreza. De un rebaje de unos
cuantos puntos de orgullo y de “porque me lo merezco”.
Los actuales personajes
públicos deberían “hacérselo ver” y después tomar las
medicinas que les receten. Sin duda entre la relación de productos para la
regeneración, habrán unos laxantes de poder desincrustante extra.
Sera
necesario.
Antonio Gaudí, ejemplo de
personaje alejado de pamplinas, honores y pedestales.
Se dice que el funcionario que registró el
nacimiento del escritor, en vez de Sousa inscribió al niño con el del apodo de
la familia paterna, “saramago”. De sus padres, pobres y campesinos sin tierra, heredó
pues, el nombre de una hierba.
No cabe la menor duda que también heredó de la
cultura popular y forjo un pensamiento y activismo que le reportó censura y persecución.
No voy aquí a detallar la vida de José Saramago, pero quiero
destacar que aún hoy, persiste en Portugal un distanciamiento de quien es uno de sus mayores escritores. Como
muestra, el hecho acaecido el 13
de julio de 2010, en el que la mayoría
de los concejales, de centro-derecha, del equipo de gobierno del Ayuntamiento
de la ciudad de Oporto, la segunda ciudad más importante de Portugal, votaron
en contra de la propuesta para poner el nombre del escritor José Saramago a una
calle de la ciudad.
No es mi pretensión aquí, contar la vida y obra de José Saramago, quien
tenga interés en ello, puede hacerlo en múltiples sitios de Internet.
Hoy día 18 de junio, se
cumplen dos años de su muerte, y yo, que era un lector habitual de cada obra, hecho
en falta su novela anual. La última, la póstuma, Claraboya, la escribió hace más
de cincuenta años, y ahora su viuda la edita.
Empecé mi amistad lectora con
Saramago con una novela titulada “El año de la muerte de Ricardo Reis”, el día
21 de febrero de 1988. Después de esa primera obra, con dudas, en enero de 1993
empecé a leer “El Evangelio según
Jesucristo”. La novela había causado gran revuelo en Portugal y España el año de su
publicación, en 1991. Debido a las cortapisas y prohibiciones, Saramago
abandono Portugal y se instalo en la isla de Lanzarote.
En 1998 es Premio Nobel. Me
confirma esto, porqué, con las dos novelas anteriores había quedado enganchado.
Sigo leyéndole, en marzo de 1999, “Todos los nombres”. En octubre de 2001, “Ensayo
sobre la ceguera”. En abril de 2002, “La Caverna”. En febrero de 2005, “Ensayo
sobre la lucidez”. En noviembre de 2005, “El hombre duplicado”. En febrero de 2006,
“Las intermitencias de la muerte”. En octubre de 2006, “Casi un objeto”. En febrero
de 2009, “El viaje del elefante”. En enero de 2011, “Caín”.
Reconozco que
la lectura de las novelas de Saramago, con sus `punto y aparte cada mil palabras,
o sus párrafos kilométricos, puedan parecer algunos muy pesados. Pero la
esencia de la historia, esa, es la que engancha y produce el efecto tirón hasta
el final.
Las historias,
magnificadas, producen necesariamente momentos de reflexión, pues llevadas al
absurdo, reconocemos que los humanos, sin duda, podemos llegar a cotas
inimaginables de estupidez.
La lucidez de
Saramago me enganchó y sin duda su lectura ha influido en mi pensamiento y mi actitud frente a la vida y
mis semejantes.
“Al día siguiente no murió
nadie. Este hecho, tan absolutamente contrario
a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme…”, de la obra “Las intermitencias de la muerte”.
-Es cierto que a todos nos gusta sentir que nuestro trabajo es reconocido, sin embargo, reconocimiento es igual a dinero?. En la sociedad capitalista actual, todo parece indicar que una cosa va de la mano de la otra, pero no debe ser necesariamente así.
En mi comentario al artículo de
Fer, le decía que no lo había mirado desde esa óptica y lamentaba que ningú fa res ja per pròpia satisfacció i
orgull.
Jaume, en el otro comentario al
artículo, apuntaba muy acertadamente, que sin dinero estaríamos aun en las
cavernas.
Creo que todos los lectores de
Fer entendimos su mensaje. Y el de Jaume también.
Me interesa hablar del
significado del dinero en la actualidad.
El
trueque de la producción de los primeros tiempos se fue transformando en la
entrega de pendas en concepto de pago, hasta que llegó el dinero propiamente
dicho. Y según he leído,las primeras monedas que se conocen, se acuñaron en Lidia
la actual Turquía en el Siglo VII a. C.
Más antiguo que el trueque es
la envidia, el desear las pertenencias del otro. Y esto siempre ha existido. En
la biblia se dice que Caín mato a Abel por la envidia que este le profesaba
ante la buena estrella de su hermano. En fin, las desavenencias entre los
humanos tienen su origen en la permanente compulsión de este en poseer, poseer
más que el que esta frente a él.
En las últimas décadas, el
exhibir ante los demás las propiedades, el poder y el dinero,… la posición social, en fin, se convirtió en
el deporte nacional. La aplicación de políticas neo-liberales, propiciaron un
boom económico que afectó a todas las clases sociales. La adquisición de un
piso, coche, viajes, joyas, etc., se puso al alcance de cualquiera. Los bancos
y cajas de ahorro se lanzaron ala financiación de urbanizaciones, edificios
urbanos. Las cajas de ahorro, concebidas como instituciones de ahorro y fines
sociales, dirigidas por consejeros nombrados por las instituciones políticas,
instituciones, a su vez sangraban a dichas cajasimplicándolas en obras y eventos ruinosos, y
que en muchas ocasiones eran a fondo perdido.
Frente a esas actitudes, las de
compartir, repartir, donar, perdonar, ahorrar, son los valores a fomentar e
inculcar.
Por lo dicho anteriormente y
mucho más, es urgente que los jóvenes entiendan que el dinero es importante,
pero hay otras muchas que importan más.
La crisis actual, producto de
la rapiña y el desmesurado afán de poseer y acumular, será para los mayores un
correctivo, pero al mismo tiempo debe ser una lección de lo que no se debe
hacer, y darlo a conocer a los jóvenes.
Vaya ante todo mi
admiración y mi agradecimiento a Baltasar Garzón por cumplir con su obligación.
Siempre hay que
esperar que se imponga la verdad y la justicia sobre la mentira y la
injusticia. Pero no esta claro quien va ha ser el buen juez que la administre. Algunos confían en su
Dios, otros en la ley natural, pero en lo que cada vez creemos menos es en la ley de los hombres. Y
concretando, en la imparcialidad y
honradez de quienes por su posición están en disposición de administrarla.
El ser humano, cada
uno, tiene un cerebro que rige las distintas funciones de los miembros del
cuerpo, pero, además, la racionalidad, el don de razonar, a él solo se le ha
dado entre todos los seres vivos. Los
genes adquiridos de nuestros antepasados, junto a los valores adquiridos de
nuestros padres, maestros y época en la que nos desarrollamos, conforman al
final un ser en cada uno de nosotros, diferente y excepcional.
Así, en el mundo de la judicatura, no tengo la
menor duda, que Baltasar Garzón es un ser vivo excepcional y único, y seguro que en él hay
una convergencia de motivos, siendo los principales los antes aludidos.
Creo que no se
prodigan esos seres, y que en la historia han marcado y dejado huella. Como
todos los seres excepcionales, crea controversias, que si son sanas y no
complican el viaje, lo que hacen es enriquecer y mejorar leyes y normas.
Durante veintitrés
años en el juzgado de la Audiencia Nacional
ha ejercido un hombre, al que la historia calificará muy positivamente. Como es
habitual, en su tiempo, ahora, será considerado mas bien un estorbo o en su
caso un tocabolas al que hay que cortocircuitar.
Sus actuaciones,
calificadas de mediáticas y propagandísticas, han llevado a situaciones
comprometidas, incluso detenciones y sentencias, a la mas variopinta fauna
criminal de los últimos años. Desde políticos a banqueros, de
narcotraficantes a terroristas internacionales, de jefes de estado a policías
matones. A la mafia y a ETA. Incluso se atrevió a remover la tierra donde están
clamando justicia los que en cunetas y vergonzosas fosas comunes fueron
cobardemente asesinados.
Si alguien ha
seguido la trayectoria profesional y cívica de este ciudadano comprometido,
vera que no puede ser de otra manera, su presencia en la Audiencia Nacional, con el poder
excepcional que le concede y la gallardía con que ha acometido sus actuaciones,
sobresale a cualquiera de sus compañeros, a los que podrimos calificar
benévolamente, de poco valientes.
Dos artículos de Baltasar Garzón tengo enmarcados, uno con el titulo
de Sr. Presidente, (El País, 4.03.2003) en el que en carta abierta se dirigía
al presidente Aznar a raíz de su activo apoyo a la invasión de Irak, decía:
“He
comprobado cómo una vez más se impone la ley no escrita de la sumisión acrítica
de los diputados del Grupo Popular y, cómo algunos, en forma desafortunada,
insultaban a los actores que dignamente discrepaban en silencio desde la
tribuna, o lanzaban improperios a la oposición por su discrepancia democrática,
y, sobre todo, cómo adulaban con la sonrisa y el aplauso a su líder, es decir,
a usted; y he sentido miedo, un miedo frío, físico, palpable y denso como el
chapapote; pero también he constatado cómo alguno de ellos, al aplaudir y al
sonreír, se removía en su escaño, sin duda pensando en la vergüenza que tendría
que pasar cuando, al llegar a su casa, tuviera que mirar a sus hijos, a sus
padres, a su esposa o a su marido y explicarles lo inexplicable. A estos
últimos me dirijo, pidiéndoles que expresen lo que sienten y que actúen en
consecuencia”.
Y seguía…
“Mire,
señor Aznar, el día 15 de febrero de 2003 sentí un orgullo que difícilmente
podrá entender. Mis hijos y mi mujer estuvieron conmigo en la manifestación,
codo con codo, gritando a favor de la paz. Vi sus caras y su decisión, como la
de tantos miles y millones de personas, y ellos me han reconfortado como padre
y como ciudadano y me han transmitido la fuerza que necesitaba para seguir”.
El otro
se titulaba Tiempo de canallas, (El País, 28.02.2004), y entre otras, decía:
“Frente a las
atrocidades e injusticias masivas que recorren el mundo hace ya tiempo que la
indiferencia no es una opción, y desentenderse de ellos, una aberración inaceptable.”
“Todo
esto no es problema de los estudiosos. Es problema nuestro y debemos conseguir
que la sociedad deje de estar adormecida y sometida por voluntades externas a
una especie de deslizamiento sin rumbo y sin muro de contención. Y que se
preocupe por cuestiones relevantes como el tipo de educación de los hijos, la
restricción de libertades, el control de los medios de comunicación oficiales,
la manipulación inducida de los ciudadanos; la utilización partidista del
terrorismo, la baja calidad y eficacia de la justicia, entre otros”.
“Yo propongo un lema electoral para todos
los partidos políticos concurrentes a las próximas elecciones españolas:
"no mientan a los ciudadanos"; "no prometan aquello que no van a
cumplir"; "no jueguen con la necesidad y la esperanza de la
gente" subastando sus sentimientos y legítimas aspiraciones; "no se
insulten, trabajen y no se vendan por el plato de lentejas del poder, del que
sólo son usuarios transitorios”.
Garzón,
como el juez Falcone y el juez Borsellino, con la mafia, se ha enfrentado a muchos
poderosos, y no es raro que esté en el
punto de mira, tanto físico como profesional. La retirada de la protección nos debe hacer
reflexionar hasta donde llega la animadversión que este hombre ha conseguido
ganarse.
Si ningún
sector se ha librado de su juzgado, si todos los ámbitos han ido investigados,
si por ordenar la grabación de las conversaciones entre detenido criminal y
abogado escondebotines, ha sido separado de su juzgado por sus “valientes”
propios compañeros, con juicios
vergonzosos y argumentos cobardes, ¿que podemos esperar en adelante que haga
algún juez?. Dudo que quede alguno al que se le pueda llamar valiente,
imparcial y justo.
Cada día,
cada noticia es un delito puesto en conocimiento ante la opinión pública. El
saqueo bancario, la corrupción política, la corrupción judicial, un cúmulo de delitos
contra el común de la gente de este país.
¿Dónde está
el juez, el fiscal, la justicia? ¿Dónde
han ido a parar?.
“Mandemos
a Garzón a freír espárragos y ya podemos delinquir tranquilos”.