«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

miércoles, 29 de enero de 2014

TREiNTA Y DOS.- LA EP y YO. Humor contra el Parkinson.

 
Articulo copiado del periodico EL PAIS - 28.01.2014

Michael J. Fox se ha inspirado en su experiencia en la comedia que abandera.

 

Nueva York 

 

En la ceremonia de entrega de los Globos de Oro, una cadena estadounidense citó como “dato curioso” que el actor Michael J. Fox padece la enfermedad de párkinson. El revuelo no se hizo esperar y ha ido acompañado de varias notas pidiendo excusas. Lo cierto es que el protagonista de Regreso al futuro, de finos rasgos aniñados y buenas dotes para la comedia, cuya actuación en la serie Enredos de familia en los ochenta le convirtió en una de las estrellas más queridas y populares de EE UU y de medio mundo, ha batallado desde hace más de una década con esta enfermedad. Creó una fundación, escribió varios libros y este otoño, 14 años después de que se viese forzado a abandonar la serie Spin City por su salud, J. Fox ha regresado a la pequeña pantalla con una comedia familiar que también transcurre en las calles de Nueva York y que lleva en el título su propio nombre: El show de Michael J. Fox, que emite los miércoles (21.00) Canal + Series.

En la ceremonia de entrega de los Globos de Oro, una cadena estadounidense citó como “dato curioso” que el actor Michael J. Fox padece la enfermedad de párkinson. El revuelo no se hizo esperar y ha ido acompañado de varias notas pidiendo excusas. Lo cierto es que el protagonista de Regreso al futuro, de finos rasgos aniñados y buenas dotes para la comedia, cuya actuación en la serie Enredos de familia en los ochenta le convirtió en una de las estrellas más queridas y populares de EE UU y de medio mundo, ha batallado desde hace más de una década con esta enfermedad. Creó una fundación, escribió varios libros y este otoño, 14 años después de que se viese forzado a abandonar la serie Spin City por su salud, J. Fox ha regresado a la pequeña pantalla con una comedia familiar que también transcurre en las calles de Nueva York y que lleva en el título su propio nombre: El show de Michael J. Fox, que emite los miércoles (21.00) Canal + Series.

El párkinson no es un “dato curioso”, sino una pieza central en la trama de esta comedia en la que el álter ego del actor es el presentador del noticiero más popular de Nueva York, Mike Henry, enfermo de párkinson que decide regresar a las ondas, para alivio de su familia. “Hacer un reality me parecía demasiado, yo no soy Kardashian”, bromeaba el actor recientemente en los estudios Silvercup, donde se han rodado gran parte de los 22 episodios de la primera temporada.

Allí se encuentra la fiel recreación de los estudios del informativo y del apartamento del Upper West Side donde reside la ficticia familia Henry. “Hay ciertos paralelismos con mi vida familiar: esa actitud que tiene mi esposa, el hijo que abandona la universidad o la angustia adolescente de la niña de la serie como la de mis dos hijas gemelas, que escuchan todo excepto cuando deciden no oír absolutamente nada”, explicaba. Vestido con un vaquero, blazer y jersey gris marengo, la fragilidad física no ha frenado su determinación para seguir adelante. “Quise que el personaje no fuese un actor sino un periodista, alguien que tuviera cierta fama dentro de su comunidad para poder añadir parte de mi experiencia personal, en la que la serie está inspirada. De alguna manera queda reflejada mi visión de lo que significa tener párkinson y a eso he añadido humor”, apuntaba. Al trillado formato de serie cómica familiar se añade esta vez un factor real, y un tipo de comedia que esquiva estereotipos y aporta un ángulo de normalidad a una devastadora enfermedad.

El trabajo de Michael J. Fox en los últimos años en otras series como The good wife o Curb your enthusiasm le hizo plantearse lanzar este nuevo proyecto, en el que quería abordar un lado más cómico que dramático del párkinson, y permitir que un público amplio conectara con la historia. Por eso, la serie también aborda otras dinámicas familiares que van más allá, como la relación de un adolescente (el hijo mayor del personaje) con una treintañera.

Un factor fundamental fue la elección del reparto (“tenía que ser gente que pudiera pasar seis meses dedicada al rodaje”, decía J. Fox), en el que se encuentran el veterano actor afroamericano Wendell Price, que participó en The wire y que no oculta su admiración por su viejo amigo. “Es impresionante verle cómo reúne fuerzas y se tira a actuar con todo lo que lleva dentro”, señala Price. “A veces se te olvida que el suyo es un punto de vista muy marcado y concreto. Una enfermedad crónica no tiene por qué ocupar totalmente tu vida. ¿Qué sentido tiene plantar batalla si no disfrutas de la vida?”.
La esposa de J. Fox en la serie es Betsy Brandt, que después de Breaking bad decidió dar un giro y apostar por la comedia. “Me encanta el personaje porque es muy real y ella no es perfecta en absoluto. Con Michael crecí viéndole en televisión y me parece increíble estar trabajando a su lado”, señalaba. “Cuando me preguntan cómo fluye la cosa con alguien que padece esa condición, en mi cabeza me asalta una duda: ¿qué condición? ¿La médica o sus increíbles dotes para la comedia? Es un hombre con una gran confianza en sí mismo y extremadamente amable, la suya es una combinación muy poco común”.


jueves, 16 de enero de 2014

Cumplir años.

Mortadelo y Filemon
Puede ser, que el primer contacto con el agua, el que nos marca, sea aquel que nos acompaña durante nuevo meses en el vientre de nuestra madre. La primera señal que queremos estar vivos, que queremos conocer este mundo desenfrenado, sin saber que nunca estaremos mejor que allí donde estamos, es cuando nuestra madre rompe aguas. Yo no recuerdo ese hecho del día 23 de enero de 1958, pero esta claro que sería una alegría para mis padres, Jaime “Marro” y Fina “Xest” y también de preocupación por la responsabilidad que se adquiere cuando se tiene un hijo.
Sharon Stone

Creo que, teniendo como quintos a Mortadelo y Filemón que nacieron tres días antes de que yo, el día 20 de enero, a Michael Jackson, a Sharon Stone y a Michelle Pfeiffer, no fue tan mal año, aquel año de 1958.

35 años trabajando en Servicio d´Aguas Potables, ha hecho de mí, entre otras, una persona recurrente con todo aquello relacionado con ese bien basico. Por eso entiendo, que mi vida, desde siempre, ha estado ligada al agua.

El agua me encanta degustarla fresca y de un chorro grande, jugar con ella, verla correr por las calles cuando llueve, verla botar de un desnivel formando cascadas. Sentir el rumor de un riachuelo o un río de montaña. El olor de la tierra cuando se moja al llover. Los matices de color que tiene la mar y que muchas veces veo desde el mirador de Pedramala.

Carro - Museu del Traginer - Igualada
La falta de ríos en Benissa, provocaban en mí, y lo recuerdo ahora, al evocar mi infancia, que imaginaba que los ríos serían como los que veía por el ventanal de mi casa, cuando por la Costereta del Convent, antes de asfaltarla, se hacían dos riachuelos si llovía un poco y dos ríos cuando la lluvia era de las que ahora denominamos de gota fría. Los riachuelos coincidían con las rodadas que hacían las ruedas de los carros, y que cómo todos saben antes tenían muchos labriegos. Hoy se vuelven a ver, porque se ha puesto de moda tener un caballo. Pero nunca más tendre esa visión puesto que la Costereta del Convent esta asfaltada desde 1963, cuando yo tenía cinco años.

También, detrás del convento, en el camino viejo de Xaló, corría el agua muchos días después de haber llovido. Eran "les fontanelles", y seguramente eran los sobrantes de lo que más adelante me explicaría fray Humilde, sobre unos ríos subterráneos.

Deposito Salvador Ivars - Collao 1967
Con el agua jugaba un buen rato, cuando a falta de bañera y otras comodidades, mi madre ponía en el patio una o dos jofainas grandes al sol para que se calentarsn, era un gozo pera mí, y ella aprovechaba ese buen humor mío pera darme de jabón al cuerpo.

Yo tenía pocos años, cuando nos trasladamos a vivir en la casa de arriba. La casa era de la tía de mi madre, Pascuala Mas. La tía Pascuala, a quién tenía que considerar mi yaya materna, la recuerdo  en la cama porque era mayor y había quedado ciega. Yo iba a buscarla para protegerme entre sus brazos, y esconderme entre las sabanas del enojo de mi madre, después de haber hecho algún entuerto.

La casa de la tía Pascuala estaba mas arreglada que la casa de abajo, las habitaciones estaban lucidas, pintadas y el suelo, con azulejos que formaban dibujos muy coloristas. Pero no tenía una instalación higiénica y en condiciones, en fin, que aquello relacionado con la limpieza y la evacuación de las necesitas fisiológicas, esas no tenían un lugar de honor a la casa.

D. Julio y Jose Ivars "Molla"
Antes de pasar a vivir en la casa, mis padres, que creo eran unos avanzados de su tiempo, hicieron reformas y sobre todo se centraron en el asunto agua – limpieza. No recuerdo las obras de la construcción del cuarto de aseo, pero si las obras que se hicieron pera ampliar la cisterna que tenemos dentro en la cocina. Pepe Molla (Jose Ivars Molla - Mollar decían algunos), instaló una bomba con la que desde la cisterna podíamos llenar un depósito que se instaló en la terraza del “cuarto del terrat”. El llenado del depósito tenía su cosa, puesto que teníamos que estar atentos, y evitar que rebosara. No había sistema automático que parara el motor, no, el aviso era ... "agua va!", cuando esta empezaba a chorrear desde la azotea al patio.

Jaime Martí Garcia "el senitjero", en aquellos tiempos repartía el pan por las calles de Benissa, este, vio las obras de la reforma de la cisterna, y cada vez que nos encontrábamos, todavía pasados cincuenta años, me decía:

-  “Chiquillo, ¿todavía tenéis aquella cisterna tan grande?”, - Si había concurrencia, hacía toda la explicación del asunto, con aquellos grandes aspavientos que eran típicos de Jaume.

Por lo tanto, en la casa, teníamos agua corriente en el lavadero, la cocina y al lavabo, era lo más parecido a tener un servicio de agua potable, cosa que transcurridos algunos años se hizo realidad.

Esto sería el año 1968, cuánto la contruccion de depósitos y cañerías del nuevo Servicio de Aguas Ptables de Benissa entró en funcionamiento.

Este año se cumplirán 46 años.

lunes, 6 de enero de 2014

Donde yo vivo. (IV). Y la tierra temblo.

Noche previa a la de reyes. Son las 23:45 horas. Hace una hora que me acosté. Estoy en el duermevela previo al sueño. El bullicio en la calle, como todos los días, no terminara hasta la 1:00 (no, terminara a las 3:00, mañana es sábado. Los viernes y sábados tenemos dos horas extra). Siento un vaivén en mi cama. Pregunto quién mueve la cama. Nadie la mueve. Me levante y le di la vuelta. Siento que mi inestabilidad habitual se ha acentuado. Salgo de la habitación y pregunto:
 
- ¿Ha sido la tierra?.

Cierro la puerta, me acuesto, y me duermo. Al día siguiente, apenas un comentario. Más bien un reafirmarse de  que no fue un sueño. Y nada más.

Durante el día medito. De que vale pensar en consecuencia que no se han producido.

Es cierto que el 25 de enero de 1999 la tierra tembló donde vivo,  y en todo el territorio afectado se produjeron 1000 muertos y 500 desaparecidos.

Y vuelvo a decirme:

-  Pero de qué sirve pensar.

Hacía apenas dos horas me comunicaban la muerte de Pere "Mona", unos días antes la de Eugenio Capó, y antes la de Paco “Ismael”. Y durante el año entre otros Salvador, Lucia, Paquita y Jaume.

No le temo a la muerte, le temo al dolor insoportable propio de una enfermedad y el que pueda transmitir a quienes me quieren.

La muerte está donde está el hombre/mujer. No hay día ni hora señalada, ni preaviso.

Y el dolor temido lo puede dulcificar la profesionalidad y la piedad de médico o especialista que tenga en sus manos la historia médica del enfermo o moribundo,

El accidente mortal, sea de tráfico, doméstico o por un terremoto, ese aun siendo traumático, para mí, es menos doloroso pues no se alarga en el tiempo.

Siento empezar el año 2014 con esta reflexión sobre la muerte. Pero es tan natural como el nacer, respirar, hablar, amar ….

Ya lo he dicho en alguna otra ocasión. Hemos escondido de tal manera la enfermedad y la muerte que los jóvenes y algunos mayores han llegado a creer que no exista dicho irremediable hecho.

Por ello, a los muertos nuestro recuerdo imborrable. Y nosotros a vivir, a luchar por una atención médica de calidad, y piedad y  profesionalidad para deparar a los enfermos un buen morir.

Vivir el momento. Vivir intensamente mientras la llama que prendió y nos mantiene vivos siga encendida.

Y para el año 2014, salud.

Carpe Diem.