«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

viernes, 17 de marzo de 2017

BERNAT


Después de leer todo lo que se ha escrito estos días sobre Bernat Capó, me acongoja que alguien piense que me arrogo un conocimiento y una amistad comparable a quienes sobre él han escrito.

Fue en 1975 cuando recuerdo oír hablar de Bernat Capo.

Fui con mi tío Benjamín a su chale de la Costera del Mar, en Moraira.

Iba a empezar 5º de bachiller y no quería seguir estudiando. Se confabularon todos,  y con la excusa de buscarme un trabajo me llevaba a casa de unos y otros amigos que en vez de proporcionármelo, remachaban la cantinela de "estudia que después te arrepentirás".

No fue este el caso. No recuerdo nada especial, tan solo me quedo la impresión de un hombre serio.

El primer libro que leí de Bernat fue el "Viaje al Solar Morisco". Durante su lectura me propuse hacer ese viaje, tal fue el impactante interés que produjo en mí.

En las primeras elecciones democráticas ocupó la concejalía de Cultura. Yo ya trabajaba en el ayuntamiento. Lo recuerdo, sin despacho (que contraste con los actuales ediles),  el suyo era el salón de plenos y la gran mesa, su mesa de trabajo. No cabe duda que en aquellos años, la intensidad del quehacer político era notable. La estructura franquista estaba totalmente activa. Y en aquellos ocho años, aquellos jóvenes socialistas, con la ayuda del histórico Bernat Capo, carnet número uno del socialismo benissero, lograron cambiar la organización y la fachada a Benissa. 

Y cuando vinieron los "hunos", con ínfulas de cultos, mostraron que su origen era "bárbaro". Nombraron a Bernat miembro de la Comisión Informativa Municipal de Agricultura. Y vinieron los años de la pseudo-cultura discriminativa (la vuelta a la edad de piedra).

Bernat siguió, es más, aumento su trabajo comprometido, escribiendo artículos, libros, conferencias  y reuniones.

Mi amigo Josep me regalo la obra de Jesús Moncada, “Cami de Sirga”. Durante su lectura recordé el "Viaje al Solar Morisco". Y lo volví a leer. Desde ese momento me hice seguidor en la distancia. No sé por qué estaba convencido de que era un hombre de un carácter intratable.

Cuando empecé a recopilar datos para llevar  a cabo mi idea de reflejar la Odisea de la traída del agua potable a Benissa, Bernat era uno de los pretendidos entrevistados.

Acudí  a esa primera cita especialmente nervioso. No sé si es correcto llevarle como presente a un escritor, un libro, que junto a mis primeras atrevidas palabras, relativas a su fama de malgeniado me tenía paralizado de  miedo.

“Vicent, soc esgitoset, com un rampell. Clar que aixo es cuant en toquen lo que no tenen que tocar”.

Desde aquel otoño de 2012, frecuenté su despacho. Nunca realice la entrevista que fue  la  razón de aquella primera tarde. Hablabamos de todo y de todos. Cuando en mi casa repasaba lo tratado, me maravillaba la variedad de temas tratados. La facilidad de pasar de un tema a otro. La calidez y sintonía entre ambos. Y Lola, atenta: “¿Necesitáis algo?.

Mediante correos electrónicos breves, nos anunciábamos o requeríamos para una tarde de “xarreta”. La última, el 14 de septiembre de 2016, pocos días antes de marcharme a Colombia. La única vez que le tomé una fotografía en su despacho, en el que tantas horas se nos hizo tarde y me  despedía amable pero firme, Lola y el solían pasar un rato con sus vecinos Concha y Jaime “Dulce” que se hallaba postrado en la cama.

Hace una semana volví de Nueva Granada (nombre de la Colombia antigua). Aclare lo más urgente y visite su nueva biblioteca. Su rincón. Me preparaba para la visita.

El viernes 10, como siempre, antes de ir, averigüe por Concha que tal de ánimos estaba.

No Vicent, no está para nada.

El lunes 13, Concha me dice que no.

El martes 14, a primeras horas de la mañana me comunica que ha muerto Bernat. Estaba leyendo el librito “Ocells”.

Y como un rayo rabioso, casi corriendo, voy desde la “Costereta del Convent” hasta el lavadero del Pou d´Avall,  leo en voz alta El Rossinyol del Pou d´Avall y mis lágrimas forman ondas en las transparentes aguas del lavadero.

"Y tiene otra virtud, la mas importante, y es que quiere tanto la libertad y con tanto fervor, que prefiere la muerte a la esclavitud, aunque esta suponga un cierto grado de comodidad y comida segura. En eso se parece a algunos hombres, llamados idealistas por la gente, que cuando les quitan su bien mas preciado, pierden la ilusión y dejan que esta se vaya extinguiendo, lentamente e inexorablemente. No olvideis nunca que los seres vivos nacen libres y libres han de morir”


Leidos:

EL ROSSINYOL DEL POU D´AVALL
EL CANT DE L´ALOSA
99 ARTICULOS
ON EST GIGI?
LA CRIMINALA
PERSONAJES INOLVIDABLES
ESTAMPES POBLETANES
10 PERSONAJES MIRONIANOS
COSTUMARI  I y II
DE BERDICA A NAVAYORK
VIAJE AL SOLAR MORISCO
DE RE POLITICA
CRONICO DEL SISE
EL VELLARD I LA GARSA

Pendientes de leer:

ANTOLOGIA DE ESCRITORES BENISEROS
CRONIQUES GASTRONOMIQUES
CRONICAS DE UN PUEBLO
EL TEULADI UTOPIC
PLENILUNI
REQUIEM PER UNA AMISTAD



sábado, 11 de marzo de 2017

Adios.

¿Cuantas veces en la vida decimos adiós?.

Hay diferentes adioses. Entre los adioses para siempre, y los adioses hasta luego, hay un sin fin de ellos.

Algunos son traumáticos y otros liberadores, y en medio de ellos otros con muchos matices.

Por lo general, gran número de personas, para amortiguar el efecto, o porque así va a ser, sustituyen el adiós con un "hasta luego", más soportable o esperanzador.

A 11 kilometos de altura, y a una distancia de 6.276 kilometros de Madrid, volando sobre una inmensidad de agua salada, sin aliaga donde asirse, sobre el Océano Atlántico, y con una temperatura exterior - 48º C,  intentó no pensar en los adioses.

Es difícil ese ejercicio, las imágenes de cada despedida relampaguean de tal modo en mi cabeza, que parecen flashes de una cámara captando cada una de ellas.

Aunque no tengo ni idea de qué clase de adiós-general sería el apropiado al día de hoy. Sí creo tener .idea de cuál es el calificativo que le daría yo.

Un adiós, con un hasta pronto sinceramente deseado.

Sì, un hasta pronto. Con un "pronto" real, no contemporizador, no vago y sin voluntad, si no, un hasta pronto, mas cerca que lejos.

¿Que quiere decir eso?.

Eso quiere decir, que la huella, el impacto  vital, ha sido profundo. La cultura, la forma de vivir la "pobreza" injusta, el conformismo, las mil formas de sacar un suplemento al menguado sueldo. El trato educado y respetuoso, con palabras y hechos. La pobreza visible, tan visible que ofende a quien no está acostumbrado. El visible fracaso de una "democracia" que tolera, o no ataca desde la raíz, los estragos que produce la drogadicción, proporcional a la corrupción generalizada y que está presente en todos los ámbitos de la sociedad.

La convivencia con personas con mi mismo mal, u otras enfermedades crónicas, que sufren de escasez o desabastecimiento de los medicamentos necesarios para un mínimo sostenimiento de su  calidad de vida. La mínima ayuda gubernamental para esas asociaciones que necesitan de recursos para organizar infraestructuras de mantenimiento y rehabilitación.

El abandono de la tercera edad sin una pensión o con una ayuda irrisoria, contrasta con las lujosas clínicas, y los equipos de última generación puestos a merced de los millones que se mueven alrededor de la cirugía "regenerativa" estética.

No cabe duda que los años de actividad de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), la comúnmente llamada "Guerrilla", a pesado en todo este rosario de caóticas desigualdades. A nadie se le escapa que si la "Guerrilla" sigue en pie, no es por sus propias virtudes, sino que hay intereses entrecruzados, los buenos y los malos se confunden, hasta el punto que uno puede pensar que es ficticia. Es real en su acciones, pero mantenida de una forma ficticia, produciendoles "regalías" a personajes que supuestamente se mueven en la legalidad y el gobierno.

Las cocaina, negocio que ha conllevado el florecimiento de "cárteles", verdaderos poderes, corrompedores de políticos y a los que la guerrilla trató de emular.

La marihuna y el "pegante" (la cola que usan los zapateros, generalmente), tan a mano de la gente, o consegible con trapicheos y pequeños hurtos, y que con mucha frecuencia degenera en ajustes de cuentas por el control de las zonas de distribución "ollas". Esas drogas destruyen a jóvenes y no tan jóvenes, que se covierten e los locos de la calle, escarbando basuras y durmiendo bajo cartones en cualquier portal.

Un pequeño accidente de circulación, por lo general se arregla amistosamente en España. Eso no evita que en un primer momento el más afectado o menos culpable muestre enfado. Pero mi experiencia fue especialmente triste, ya que un aparente educado colombiano, con chulerías y marrullerías me avisó de "arreglar cuentas al modo colombiano", pronunciado ante al policía de tráfico (quien miro hacia el cielo como quien mira si lloverá), en el caso de que mi compañía de seguros no respondiera satisfactoriamente. " Al modo .... ", consiste en una visita de personajes pagados quienes con unos golpes, avisarían de males peores, de no dar solución a una situación o deuda. Estos personajes, los sicarios, tuvieron en otro tiempo un protagonismo importante. Hoy, los hay, siguen con su trabajo frío y sangriento, pero menos.

Alguien dirá que con el cuadro que he pintado, ¿que se me ha perdido allí?.

Posiblemente no se me a perdido nada, más bien creo que mi experiencia de vida me ha llevado a concluir que, todo lo que he hecho por los demás durante toda mi vida no a sido suficiente (véanse las pagas), ahora he visto una razón para ayudar a quienes verdaderamente lo necesitan, sin esperar pagas.

Por eso mi adiós de hoy es un hasta pronto, Colombia.