«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

domingo, 28 de octubre de 2018

Dios!. Que buen vasallo si tuviera buen señor.

El día 28 de octubre de 1968, la red de agua potable de Benissa estaba en pruebas de presión.
La instalación le fue adjudicada a la compañía Uralita por 3.221.000 de pesetas.

En la fotografía se juntan dos obras que dicen  mucho de la gente de este pueblo.

El día 23 de octubre pasado se reunió la comisión encargada de preparar los actos de celebración del 50 aniversario de la inauguración oficial, que fue el 10 de Mayo de 1969, con la asistencia de las autoridades del momento.

Más que homenajear a la Corporación que llevo a cabo la tramitación,  es al pueblo de Benissa, a nuestros padres y abuelos, a los que les corresponde un gran  reconocimiento porque creyeron y apoyaron el proyecto, y con este hecho queda demostrador que, con buenos  gestores de la cosa pública habrá buenos administrados,  aunque no sean de la misma ideología.

 Pretendo en los próximos meses realizar una serie de artículos de entrevistas, opiniones y recuerdos sobre la obra y su desarrollo hasta el día de hoy.


Salvador Ivars Ortola (1918 – 23.04.1998)
Teresa Colome Llambrich (1918 – 4.11.2009)

                 
El día que visite a Salvador, me encontré con un hombre enfermo, sentado en un sillón y con voz apenas audible. Tenía puestos los incomodos tubitos que daban oxígeno a sus pulmones cansados.

Mis pretensiones eran muchas, pero me di cuenta que lo iba a cansar. Noté que se animó cuando me vio. O seria que al ver la expresión de mi cara al verlo maltrecho me quiso decir, “no es nada, solo que estoy viejo y enfermo”.

Para no cansarlo le dije que queria exponer fotografías de aquella efemérides y no encontraba. María Moragues, a indicación suya, sacò una caja. Me la dio: “Haz copias y me las devuelves”.

Al salir, mire hacia la habitación donde fue María a por la caja. Era un despacho. Encima de la mesa un portarretratos, y una fotografía en blanco y negro. Salvador en el interior del pozo Cami Sanet de Benidoleig.

Para Pepe, Salvador era  noble y buena persona, con un caràcter suave. Un hombre de palabra, remacha Paco Ribes “Coca”.

Salvador, era el mayor de tres hermanos, uno de sus primeros trabajos fue el de  tapicero en el Taller de Ivars y como tantos otros, se fue voluntario como carabinero. Participo en la Guerra Civil de 1936. En el barrio de Usera de Madrid fue herido de bala en la rodilla, atrapado entre los dos frentes. Cuenta Pepe que fueron Jaime Ferri y Solpost quienes le sacaron de la trinchera. Pere Porsellanes, otro de la cuadrilla, quedó cojo de una herida en la rodilla, también.

Su madre y su hermana Vivian frente a la casa solar de los Cabrera Abargues, y estaban a su servicio. La relación con dicha família era buena referencia, por ello, con la intervención de la misma, Pepe ingreso en la Guardia Civil, pagando los años de servicio propios, y los de Salvador, quedando este al cargo de las mujeres.

Teresa Colome - Juan Luis Gisbert - Vicenta Ivars
Contrajo matrimonio con Teresa Colome, que venia a Benissa a pasar los veranos en la partida de Canor, en la casita de los “Marrancho”, asiduos “ribereros” en el Delta del Ebro. En San Jaume d`Enveja, su suegro era bien conocido, pues era su alcalde y hombre de confianza en la cuidanza de las propiedades del influyente politico Joaquin Bau Nolla,  Alcalde de Tortosa (1925-1929), diputado en 1929. Diputado en la II Republica (1933-1936).Ocupo importantes cargos durante el franquismo. Procurador entre 1958 y 1971. Presidente del Consejo de Estado y Vicepresidente del Consejo del Reino entre 1965 y 1973. El mismo que Domingo Iborra nombro en Madrid, cuando las coses no adelantaba.

La Sociedad Recreativa La Cultural tenía su sede en la plaza Jaume I, en la conocida  “Casa de 0´95”, allí regentaban el bar, Teresa y Salvador. Sin hijos, trabajadores y ahorradores, compraron la casa de la calle Alicante. Y siguieron  con el bar de La Cultural, cuando esta  compro la  casa de los Torres – Orduña.  Sus relaciones con los distintos proveedores, le aportaron la idea de installar una fábrica de barras de hielo.

La Sociedad Cultural era un lugar de reunión, donde un grupo de jóvenes, discutían como podrían sortear el dilema de salir de su “terreta”, de temporero, de emigrante temporal o de emigrante para siempre.

En 1961, los inquietos, acceden al  Ayuntamiento. La administración del mismo era nefasta, coinciden en ello, en mis entrevistas con, Juan “Porsellanes”, Pedro Soliveres y Domingo Iborra. En la lista tres trabajadores del Banco de Valencia, un industrial, un promotor y dos labradores.

En marcha el negocio del hielo y más tarde el de distribuidor de Cerveza El Águila, fue  Teresa quien cargo con todo el trabajo, ya que Salvador no podía por su dedicación desde 1963 a la Alcaldia.

Quien sabe, tanto Paco Torres como Pepe Cabrera tenían Buenos contactos y verían en Salvador y el equipo de amigos la fuerza para dar un vuelco a la medieval Benissa.

En su primer contacto con el Gobernador Civil, Salvador se presentó  como una persona con antecedentes y ex carabinero,  a lo que este le respondió, que llevara correctamente la administración y que mirara por su pueblo.

No era político, y no exteriorizaba demasiado sus emociones. Se apoyaba sobre todo en  Pedro Font (Pere els Carros), Vicente Sendra y Pedro Llorens (Pedro Molinero). Según Pepe, fue el primer Alcalde pobre de Benissa.

Durante los 10 años de alcaldía se hicieron muchas coses, las principales: el deslinde de la carretera de La Fustera a Moraira y Calpe. La compra por 75 pesetas el metro cuadrado a las señoras de Andrés (les Andreses), de lo que hoy es el Palau san Pere, Instituto  Josep Iborra, (nuevo y viejo), el Centro de Salud, la piscina municipal y las cocheras municipales. Abrir calles como la de Bilbao. Y como servicio permanente el de la recogida de la basura domiciliaria.

Pero su orgullo fue la traída de aguas, junto con Domingo Iborra y los asesores vieron la  forma de financiar la parte municipal. Junto con los demás miembros de la Corporación, cada uno en sus posibilidades, aportaron financiación para terminar la obra. El hipotecó su casa. Con esa financiación, los benisseros solo aportaron el 25 % de lo que se había estipulado para cada casa.

Se reunió en las calles para explicar el proyecto. Imagino el esfuerzo realizado en ilusionar a los demás. Algunos conocidos benisseros le atacaron duramente y pusieron en duda la realización de la obra, algunos tuvieron la hombría de retractarse públicamente de sus palabras.

Juan Luis Gisbert (el Catalá) me cuenta las veces que lo llevo a supervisar las obras. Hizo buenas relaciones en Bendoleig y La Llosa. Si había algún problema, se iba a casa Pere “Porsellanes”, cogia unes chuletas, iba a Benidoleig e invitaba a los labradores y los convencía para suministrar más horas de agua.

Seguramente su obsesión estuvo en el agua, e marco de tal manera esa obra que realizo un pozo en su patio. Después de dejar la alcaldía, aunque se retiró muy ostensiblemente de la vida pública, siguió muy de cerca las vicisitudes del Servicio de Aguas.

Jose Jorro, maestro y concejal, llamo “Primera Dama” a Teresa el día de su sepelio. No era para menos. Salvador, su casa, su  negocio y la Iglesia eran su vida. Paco recuerda que Teresa estaba triste porque no se le había reconocido su dedicación.

Necesitaba un hombre de confianza, la Alcaldía le comportaba mucho tiempo, Teresa hacia todo. Cuenta Paco Ribes “Coca” que le propuso hacerse  cargo del negocio.  Cuando fue cesado Salvador, este le acompañaba en su trabajo, y cuando se jubiló, le dio el negocio y solo le cobro la furgoneta.

Algunos, “haciendo leña del árbol caído”, le acusaron “especulador” y de enriquecimiento, pero, nadie valoró que el trabajo callado de Teresa, el negocio de distribución de bebidas, el alquilar del piso a Telefónica donde se ubicó  la centralilla. El cobro de la pensión y la indemnización por carabinero, todo, para dos personas con pocos gastos y ahorradoras ¿que se podia esperar?. Millonarios en tiempo de la peseta.

Ayudó  a  muchos con papeleos, e incluso dinero. Pero al dejar la alcaldía, el vacío se hizo alrededor. Es el sino de la humanidad. Ser unos desagradecidos. Juan “Porsellanes” en la entrevista me concedió, ya decía que los benisseros éramos unos desagradecidos.

Pepe, Paco y Juan Luis, coinciden en  el recuerdo de sus aficiones:

Futbolista: el, Capella I, junto a Pepe Solpost, Pere Porsellanes, Pepe Botones, Pepe 0`95, Josefino Ferri  ......

Del Valencia FC, cada 15 días alguien ponía el coche: els Cadireros, Paco, Manolin de Bartolo ...... y a ver al Valencia jugar.

Sus amigos: Pere els Carros, Pepe Bonifacio, Paco Sala, Cayetano Martínez, Pepe Covero, Pepe Castells .....

Colombaire: Pepe de muy joven era aprendiz en Muebles Martínez, el tio Mauri le tentaba para que le robara a Salvador un huevo de los mejores palomos, si así lo hacía, le daría la plana, el martillo, la garlopa y “les estenalles”. Paco recuerda que aun hoy en la terraza está el palomar. Allí era donde vivían como reyes los ganadores Filasa y Picolin. Y aquel que se llevó el halcón,

En la cena de despedida que se organizó en la Venta La Chata¸ hubo lágrimas y algunos de los llorones lo olvido.

¿A qué cena me recuerda eso?.