«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

jueves, 14 de noviembre de 2019

El destrozo de los herederos.

Me producen tristeza, rabia, y muchos sentimientos más los RESULTADOS ELECTORALES del día 10 de Noviembre.

Tristeza, rabia, y desesperanza de constatar la poca categoría de los políticos actuales,  que se escurren de sus  responsabilidades, cargando la culpa en aquellos que con su acuerdo facilitaron que durante cuarenta años hasta hoy existiera convivencia democrática. Con la posibilidad de  cambiar aquello que no gusta que esta abierta en la Constitución.

No hay nadie entre los actuales políticos que llege a las suelas de los zapatos de aquellos que supieron llegar a un consenso. La Transición, tan criticada y culpabilizada de todo, demuestra la categoría de aquellos políticos. Los que hoy la critican nacieron con ella. No han tenido la firmeza, o cojones (escriban Ustedes mismos el calificativo) para rectificar aquello que sirvió para entonces, y en aquel contexto socio-económico.

Todos, todos aquellos que critican la Transición Española, no vivieron los años de dictadura. No vivieron los momentos de máximo peligro durante el proceso. No estuvieron nunca en peligro de ser llamados a filas y cumplir el servicio militar en un tiempo especialmente frágil, escuchando y viendo actitudes de los mandos militares totalmente involucionistas y hechos que de haberse puesto en marcha hubieran, seguramente, proporcionado más sangre a esta tierra de Machado y Miguel Hernández, más sangre de hermanos regando trincheras. La matanza de los abogados de la calle Atocha. Los secuestros y asesinatos de ETA y el movimientos de sables en las salas de banderas no asustó aquellos que manejaron los primeros pasos.


Los políticos actuales, hijos de los que orquestaron la Transición, no han tenido la categoría política ni sentido de estado, ya que no corriendo riesgos, no fuero adaptando la misma a las nuevas sensibilidades, lo cual se ha traducido en una grave rotura de la convivencia.

Las elecciones del 10 de Noviembre con el auge de los nacionalismos extremos (el español y el catalán, sobre todo), y las derechas radicales e intransigentes, son la constatación de la dejacion de los que nacieron en la democracia de la Transición, esa en la que sus padres acordaron convivir.

Sólo las actitudes de la generación de los que hoy  tienen 35- 55 años los que han envenenado la Transición. El espíritu de diálogo, consenso y honradez.

Necesitar dos elecciones generales en menos de seis meses, por no llegar a un acuerdos en las primeras, y ser  posible a los tres días de la segundas, es a mí parecer, cuanto menos, para que pidieran perdón, y suspenderlos (doblarles las horas) de empleo y sueldo.

Pongan fin al uso y abuso del centralismo y nacionalismo español que en vez de negociar y reformar, se dedico durante mucho tiempo a humillar.

Vean la historia, pónganse a imitar a los políticos de 1975-1984, dejen de araganear y pónganse las pilas y unan los graves desgarros producidos en nuestra (piel de toro) España.

Benissa, noviembre de 2019