«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 3 de febrero de 2020

Imágenes irrepetibles.

Almendro en flor

Después de varias semanas sin un día al que se le pudiera calificar de bueno o agradable, ayer por fin, bien temprano, miro por la ventana y compruebo que el cielo está azul. 

La habitación que ocupo  tiene una pequeña terraza que da a un patio interior. Si el día es soleado, lo sé,  porque se refleja en la pared de mi vecino de la calle Escoto.Es pues,  lo que estaba esperando.

Sin pensarlo dos veces,  comunico la buena nueva a mi mujer, y empiezo a vestirme para una mañana de campo.

Es tal el deseo o la necesidad de salir, que parezco Toby, cuando por la mañana lo sacan a pasear. No atino con la manga de la camisa, me calzo antes de ponerme los pantalones, no encuentro el ojal correspondiente a cada botón. Tropiezo con la silla, … y con la puerta de la cocina, aunque con esta tengo una relación tormentosa, con un  roce continuo. Todos saben, por el ruido que causa el tropezón, por donde ando.

Flor del almendro
 A penas un zumo de naranja y una tostada untada de queso y mermelada de melocotón, es lo que le regalo a esa hora tan temprana, como combustible, a mi  cuerpo. De pie,  con un movimiento pendular hacia la salida, como cogiendo impulso,  en la pugna entre el deseo de salir y la necesidad de ofrecerle al cuerpo una mínima alegría para que este  eche andar, gana el sentido común y apuro hasta el último sorbo del zumo para que arrastre los restos de la dulce tostada. La costumbre me obliga a realizar un  cepillado de dientes desesperado, como si escuchara el “chacacha” del tren. Aún queda un último tropezón. Barrándome ej paso, mi mujer, con el frasco de perfume en ristre, nebulizando mi persona, como si fuéramos invitados a un convite de boda.

Como cada día, al coger las llaves de mi automóvil, pienso si se pondrá en marcha al primer intento de arranque, es invierno y hace frío, o tendré que dejarlo caer Costereta abajo, infringiendo la señal de dirección prohibida, que tengo en la esquina de mi propia casa.y con peligro de tener un encontronazo con otro vehículo. Es lo que puede pasar por tener un coche de dieciocho años. Pero uno, que a sus sesenta y dos años, ha conducido, desde un Seat 600, un Ford Escort, un Renault 6, un Citroen C2, un Mercedes 180, un BMW y otros, y que no por asuntos de divorcios, ha quedado como en general quedan esos atrevidos Quijotes, cabalgando un caballo de cuatro ruedas, famélico y tullido.

Arrancó a la primera, bajo la atenta mirada de fray Humilde. Las caras de conductor y pasajeros se iluminan. Empezamos con buen pie.

Pla de Lliber
El Pla de Lliber, antes llamado, de Jalón, denominación que se ajusta más  a la realidad ya que es el término municipal  que ocupa la mayor parte del mismo. Enclavado en el Valle del Pop y surcado por el río Xalo/Gorgos. Ocupa un terreno encerrado entre montañas con una única salida, la creada por el río, su cauce se estrecha, para salir a la planicie de Xabia/Javea y llegar al Mediterráneo.

Lliber y viñas por podar
El río no tiene un caudal permanente, de hecho, vivimos en un territorio muy singular, cada diez años se producen ciclos de sequía.  En los años lluviosos, son típicas las “gotas frias”, lluvias copiosas en un corto espacio de tiempo, las cuales producen un aumento exagerado de caudal, que suele durar dos o tres días, quedando con un pequeño caudal que desaparece por las “gargantas”, a la altura de Lliber. El estrecho paso por el que el rio Xalo salva las montañas, es llamado la “Garganta”, de ahí el nombre de Gorgos.

Viñas podadas
El Pla de Lliber es un caleidoscopio de colores. Cada estación tiene los suyos, y otros transitorios. Y depende que la tierra, este labrada, y la vegetación está en pleno desarrollo. Estamos en invierno y el otoño ha sido lluvioso,  en los campos la tierra esta esponjosa y ya está muy adelantada la poda de las viñas y la de los almendros, que son los predominantes en el Pla También hay olivos y algarrobos.

Viña podada
Llegados al punto desde el que podemos dar rienda suelta a nuestros dedos índices, no tardamos en aporrear el círculo y creamos imágenes únicas.

Cada fotografía es única. No podremos repetirla más. No podremos repetir la conjunción del día, la hora, el lugar, la luz, el momento de desarrollo de las vides y almendros.

Y para nosotros, que plasmábamos los momentos que la naturaleza nos ofrecía fue un día irrepetible.

Lliber, 31 de enero de 2020