3º Clave – El Movimiento
Mis movimientos se ven obstaculizados por las barreras
visibles e invisibles.
Anímame.
El 85% de las personas con enfermedad de Parkinson presentan una sensación de rigidez que nos bloquea brutalmente, y el 64% sufre de temblores.
Anímame.
El 85% de las personas con enfermedad de Parkinson presentan una sensación de rigidez que nos bloquea brutalmente, y el 64% sufre de temblores.
Yo siento
como va viniendo la rigidez, siento que ciertas partes de mi cuerpo se van anquilosando, hasta quedar
completamente rígidas. Esta experiencia
es particularmente dolorosa. En mi caso la rigidez de la pared abdominal podría
compararla a que me hubiera puesto una
cota de malla o un cinturón muy apretado.
Otra es la
rigidez facial, la rigidez en los 43 músculos de la cara. ¿Podemos imaginar un día de aire cortante de
la sierra dándole a nuestra cara?. ¿Qué sensación tenemos?. Una cara rígida,
congelada. Esa es mi cara de póker, sin expresión o expresión rara, desencajada,
seria, incapaz de esbozar una sonrisa para una foto. O una cara que no expresa
dolor, no transmite ese dolor que se siente.
En esas
condiciones, unos preguntan qué te pasa, y los otros me dicen “pon buena cara”.
Entonces con un disimulo escandaloso me hago invisible y me aíslo.
En pocas
ocasiones he quedado bloqueado o frenado en la calle. Me afecta mucho la
aglomeración de gente. Entonces, sí, siento que después de cada parón, para el
nuevo arranque, mis piernas no responden de inmediato, mis pies están pegados
al suelo. Mi cuerpo se convierte en una prisión.
Afortunadamente, la mayoría de las veces camino normalmente, según las horas del día, las épocas del año, si he dormido bien. Hay amigos que arrastran los pies y otros a los que se les confunde con un borracho. En algún momento he sentido ese vaivén, o desequilibrio típico de un borracho.
Afortunadamente, la mayoría de las veces camino normalmente, según las horas del día, las épocas del año, si he dormido bien. Hay amigos que arrastran los pies y otros a los que se les confunde con un borracho. En algún momento he sentido ese vaivén, o desequilibrio típico de un borracho.
Hace tiempo
decidí que debía comprender mejor los cambios en mi cuerpo, observar como lo
encaran mis amigos y conocidos con
Parkinson. Tengo que comprender la dinámica errática, no puedo domesticarlo,
aquí no hay enseñanzas de pasos de baile.
Me siento
como un guerrero que planea anticipadamente la batalla. Yo adopto estrategias para
ganar una pelea. Para superar las dificultades que mi propio cuerpo me pone cada día y sin previo aviso.
Y dedicarme a conocerme mejor
• Hacer tablas de ejercicios físicos regularmente, entrenamiento con pesas, ciclismo, caminar, dándome tiempo.
• Cuando estoy luchando para caminar normal, ¿por qué no apoyarme con un bastón?.
• Escribo en mayúsculas, procurando no hacer la redacción de un tirón. Empiezo a practicar, también, para tomar notas: el dictáfono.
• Prefiero zapatos sin cordones, y camisetas en lugar de camisas, además me rejuvenecen.
A ver cómo me pueden apoyar mejor
Y dedicarme a conocerme mejor
• Hacer tablas de ejercicios físicos regularmente, entrenamiento con pesas, ciclismo, caminar, dándome tiempo.
• Cuando estoy luchando para caminar normal, ¿por qué no apoyarme con un bastón?.
• Escribo en mayúsculas, procurando no hacer la redacción de un tirón. Empiezo a practicar, también, para tomar notas: el dictáfono.
• Prefiero zapatos sin cordones, y camisetas en lugar de camisas, además me rejuvenecen.
A ver cómo me pueden apoyar mejor
• Recuérdame
la toma a tiempo de tratamiento, vigila que no se me olvide.
• Los
medicamentos tienen efectos secundarios en mis sueños. Hay periodos que puedo
tener un perturbación el sueño. Si esto se mantiene y despierto constantemente,
comparte mi habitación hasta que mi sueño recupera su regularidad.`
Y si
persiste, mejor tratarme
• Me pido a
mí y también a mi entorno, que presten atención a mis peculiaridades.
• Tomar nota
de cada peculiaridad, siguiendo el consejo de mi Neurólogo, y así poder dar
cuenta de mi tratamiento regular y mis síntomas
A ver cómo
puedo cuidarme mejor, yo mismo.
• Si me tomo con humor las pegas que van saliendo, contribuyo a mejorar mis condiciones.
• Todo ira mejor si he descansado, he dormido y he tomado mi medicación, todo a la hora establecida.
• En mis leves parones, ayúdame a arrancar, ponme un señuelo delante. No tires, ofréceme tu brazo.
• Ayúdame a vestirme, o con la comida, si te lo pido ... Sólo si no funciono: Asegúrate primero que quiero.
• No me presiones, no metas prisas, eso produce en mí, tensión = parón.
• Cuando me prestes tu apoyo, no tires de mí. Recuerda, tengo los pies pegados al suelo, me podría caer. ¡Suavidad ante todo!.
4ª Clave - Los tratamientos
Tengo un tratamiento específico .... que me prescribe mi neurólogo.
Del 98% de
las personas enfermas que toman los medicamentos antiparkinsonianos, más del 50% declaran sufrir o haber sufrido efectos
secundarios. Y yo los sufro o he sufrido.
Afortunadamente,
existen medicamentos para compensar mi déficit de dopamina. Otros para mejorar el resultado final o para
corregir diversos trastornos. Todos estos fármacos son eficaces para mejorar la
imagen de mi enfermedad, que es muy compleja ... pero no la curan.
Los tratamientos
dopaminérgicos sirven para compensar, de la forma más continuada posible, la dopamina
que falta.
Existen:
- En forma
de comprimidos solubles, los comprimidos o cápsulas para tragar (L-Dopa).
- Otros en
forma de comprimidos o parches transdérmicos (agonistas dopaminérgicos).
- En
inyecciones cutáneas (apomorfina).
- En perfusión
continúa (la apomorfina subcutánea e intra intestinal a la L-dopa).
La cirugía:
la Estimulación Cerebral Profunda, que está reservada aproximadamente al 10% de
los pacientes.
Estas
diversas terapias actúan sobre los trastornos motores: lentitud, rigidez,
temblor, pero no tienen efecto sobre la postura, la voz, sistema urinario y
problemas digestivos, las dificultades de concentración y la depresión ...
Los principales
efectos secundarios:
Los tratamientos dopaminérgicos tienen efectos no deseados en función de su categoría. Los más comunes son náuseas, somnolencia, la adicción, disfunciones sexuales, alucinaciones. El neurólogo con mis explicaciones encontrara el mejor equilibrio entre el beneficio y el riesgo: una dosis adecuada del fármaco hace que sea posible limitar los efectos adversos.
Y dedicarme
a conocerme
mejor
• Hablo con mi Neurólogo sin tabús y desinhibidamente
de los síntomas que me molestan o son anormales.
• Tomo nota de todos los cambios desde la última visita al Neurólogo, en concreto ante un nuevo tratamiento o modificación del anterior.
• Informo al Neurologo de los signos y comportamientos inusuales que puedan aparecer.
• Respeto la prescripción con precisión.
• Debo evitar los saltos de dosis con los dopaminérgicos, sigo las órdenes del Neurólogo.
• Realizo ejercicio físico en la medida de mis posibilidades.
• Tomo nota de todos los cambios desde la última visita al Neurólogo, en concreto ante un nuevo tratamiento o modificación del anterior.
• Informo al Neurologo de los signos y comportamientos inusuales que puedan aparecer.
• Respeto la prescripción con precisión.
• Debo evitar los saltos de dosis con los dopaminérgicos, sigo las órdenes del Neurólogo.
• Realizo ejercicio físico en la medida de mis posibilidades.
A ver cómo
me pueden apoyar mejor
• Recuérdame
que lleve mis medicinas si ves que se me olvida.
• Los medicamentos
tienen efectos secundarios en mi sueño y, durante un tiempo puede que perturbe
tu sueño. Si esto te molesta, no dudes en cambiar de habitación hasta que mi sueño
recupere su normalidad.
A ver como
puedo cuidarme mejor, yo mismo.
• Me pido a
mi y a los de mi entorno que presten más atención a mis particularidades.
• Atiende
los consejos de mi medico para tratar mis particuliaridades.
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Tengo la
suerte de tener un neurólogo experto que conoce los tratamientos y sobre todo
me conoce a mí. Tengo programadas
visitas regulares, donde pactamos si hay que modular la medicación.
Respetar la medicación
pautada y los horarios es una condición de su eficacia.
Caminar es el ejercicio más fácil y más efectivo, sin tener que participar ningún profesional. Trato de ir a caminar todos los días.
De momento
no es necesario la intervención de un logopeda, con el fin de educar mi habla.
No obstante realizo ejercicios básicos de mantenimiento.
La actividad
física es un elemento clave del tratamiento de rehabilitación. Y es aconsejable
acudir a las asociaciones de afectados, donde se realizan actividades y
ejercicios que se adaptan a las diferentes etapas de las habilidades motoras y
la enfermedad de cada persona. Los objetivos son: recuperar la movilidad de la
autonomía, la independencia y, finalmente, tal vez, retrasar la velocidad de la evolución de la
enfermedad.
Caminar es
la más simple de las actividades y es muy importante!
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