Mi amigo tiene una “Ex” que solo vive persiguiendo la
forma de que este sufra, que no viva ni un minuto sin sentir que ella esta
jodiendole la vida.
Mi amigo tardó en comprender que a esa “Ex” solo le interesó
de él que le diera una vida cómoda.
Cuando mi amigo enfermó, no supo estar a la altura. No se
interesó ni se informó de las consecuencias que conllevaba esa enfermedad. En
su defensa diré que su coeficiente intelectual debe estar por debajo de 80.
La pareja tiene dos hijos, uno ha heredado el coeficiente
de su madre. Con ese coeficiente ha sido capaz de negar lo que mi amigo le dio.
Ha sido capaz de valorar el estadio en que se encuentra su enfermedad. Ha sido
capaz de mentir sobre la situación de la “Ex”.
El otro, cuyo coeficiente es superior a 100, cree que
practicando la neutralidad, callando lo que sabe, olvidándose de lo que recibió, poniendo bajo el ala su
cabeza, practicando la neutralidad desviada hacia la “Ex”, es suficiente.
Mi amigo, asumió su enfermedad, se encuentra activo, no
se amilana, lucha cada día por vencer los obstáculos que se presentan. Aunque
hay muchos a su alrededor que le ayudan y no tendrá suficiente vida para
agradecerlo, confía en sus propias
fuerzas.
Es feliz, como todos, aunque siempre falta algo para
serlo totalmente, pero más feliz que con la falsa felicidad anterior. Eso
desencaja a la “Ex”.
Mi amigo fue divorciado por una juez. Mi amigo se
impresiono del cuadro, y se supone que
la juez vio tan calamitoso el estado de
la “Ex” que le asignó una pensión de
algo superior al salario mínimo. La pobre “Ex” llegó al juzgado tullida, teñida
de blanco y como la Virgen Dolorosa, con un pañuelo en las manos que hacia
servir para secar unas lágrimas fingidas. A los tres días a mi amigo le envían un video
con una “Ex” Ave Fénix.
La “Ex” de mi amigo tiene necesidad de justificar esa
ruptura, llamó telefónicamente o se persono sin invalideces, a familiares,
amigos y conocidos, pregonan falsos robos,
mostrando libretas bancarias a 0,
previamente vaciadas por ella misma. Rescato un magro plan de pensiones que mi
amigo le había suscrito y le había ido alimentando. Pregona miles de engaños del Casanova de mi amigo. En
su cruzada justificativa no está sola, cuenta con la inestimable ayuda de una
heraldo de coeficiente similar.
En su delirio de venganza, de castigo, ha llegado a
inyectar tal veneno a los que la rodean que, entre otras, la hija ha realizado
el cambio de apellidos en el Registro Civil. Mi amigo cree que será que porque
no es su hija. Mi amigo está preocupado no la vayan a llamar hija de ….
La “Ex” es una asidua de los Centros de Salud y
Hospitales. La vida le ha regalado 8 o 9 operaciones y dos partos. La madre de mi
amigo la acogió en cada uno de esos periodos, le aguanto vómitos, reflujos, sanguinolentas
heridas, quejas y ¡ayes!, en cada ocasión. La madre de la “Ex” no podía, a decir de ella era
demasiado gallina.
El agradecimiento a todo aquello es la ignorancia y el
desprecio de la “Ex”, y sus dos queridísimos hijos a los abuelos, los cuales no
merecen tal desdén. A mi amigo le
consuela que es la naturaleza la que tiene la culpa. El coeficiente, el
coeficiente …
Aunque pregona una pobreza absoluta, por el “saqueo
familiar” (palabras de la abogada) realizado por mi amigo, el patrimonio común está
bajo su control.
Mi amigo está inmerso en una batalla judicial. La
estrategia no es finiquitar el contencioso, la estrategia es prolongar lo más
posible la solución final, apoyándose en los plazos y los recursos y contra
recursos que le ofrece la ley, sumando el retraso existente en los
procedimientos de la Administración de
Justicia. En fin, cansarlo. Tenerlo en vilo para que purgue los supuestos
crímenes.
Las últimas vueltas de tuerca son, que los muebles que el
padre de mi amigo hizo con sus manos y que quedaron en el domicilio familiar ya
no están allí, que se los llevo mi amigo. Y que los más de 300 libros, a los
que la “Ex” odiaba porque distraían tanto
a mi amigo, por lo que se da a entender, Dios sabrá si no habrán ardido en una
pira al estilo de la Alemania nazi acaecido en la Bebelplatz de Berlín, el 10
de mayo de 1933, o en abril de 1979 la quema de libros considerados
"catalanistas" en la Plaza de Manises frente a la Diputación
Provincial de Valencia. O la crema dels manuscrits o còdexs maies pel sacerdot Diego de Landa a la localitat de Maní (Yucatán) el 12 juliol 1562.
"Hallámosles
gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no
hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos,
(...)"
Diego de
Landa
Mi amigo resumió su experiencia de esta semana, así:
“Una desencajada gorda resentida rodeada de interesadas
abogadas pseudo feministas”.
Dice mi amigo que la jefa de las letradas no tuvo ovarios
de mirarle a la cara, porque es consciente de la ignominia.
Y yo, como mi amigo, pienso que la conciencia estas profesionales la llevan en semejante
parte, oliendo al orín que se les escapa, sobre todo por el placer que sienten en
ganar, en machacar a base de falsedades, sin impórtales hijos, enfermedades o
situaciones personales, todo les vale, invocando un “pagado” pseudo feminismo.
Mi amigo dice que la mejor decisión de su vida fue dejar atrás
30 años de mierda.
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