«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 2 de julio de 2012

Desfilar.

Maria Jose Ibañez - 2012

Estos días repasaba los distintos libros de fiestas de Moros i cristianos, me fijaba, sobre todo, en las fotografías que están tomadas en el momento del desfile. Me llamó mucho la atención las figuras estiradas y rectas de sus participantes, casi como forzando la figura.


Las armas, trabucos, lanzas o cualquiera que sea la utilería  que lleven en las manos,  guardan una simetría, una línea igual. La estética entonces, se logra. Los espectadores suspiran: “esa sí, esa filá sí que desfila marcial”.

La música que les acompaña les recuerda la posición y el paso a seguir. El resto lo hace la vestimenta. Todos iguales, de uniforme.  Es el segundo suspiro del espectador: “esa sí, esa filá sí que lleva unos trajes lujosos y llamativos”.

De repente me viene una visión, un recuerdo. Me columpio en él, y el recuerdo se convierte en recuerdos. Han sido los desfiles, la uniformidad, las armas, la disciplina…. la música. Y sobre todo la multitud de palabras nuevas alrededor de la fiesta de Moros y Cristianos y sus componentes.

La similitud es tal, que hago el collage de fotos con una cabecera de desfile militar y una foto de la Guardia Mora, con dos filás de Moros i Cristianos.

Y voy a participaros cual es mi visión, mi recuerdo, mi pesadilla:

-       Pero .., no sé. Se me calificara de abuelo-batalletes?. Bueno, a pesar de todo, sigo adelante.

Hace once años, el gobierno  acabo con doscientos años de Servicio Militar. Acabó con ¨La mili¨. Los menores de treinta años,  ahora mismo, ya ni saben que era “la mili”.

Divago, como siempre que me vienen un recuerdo. Ya estoy inquieto, no paro por nada, y empiezo a buscar en mi caja de recuerdos militares. Cuando  abro la caja, me da en la cara un aire marcial y un vocabulario chulesco y chusco del que a continuación voy a intentar hacer una representación.

Encuentro todo:                      

-       La citación para la presentación en el Cuartel de Benalúa en Alicante.

Me acuerdo que allí, lo primero, fue una revisión de machos. Bajada general de pantalones, para que el señor entorchado de estrellas, viera, si había algún fallo de hombría.

Nos entregan el petate y dos billetes de tren.  Lo llamaban exprés, cosa que no sé que quería decir. Era una mezcla de tren de carga o ganadero, con vagones de pasajeros. El exprés tardaba cinco horas en llegar al destino. 

En el destino, Madrid – Atocha,  cambio de tren, y con el segundo billete llegamos a la estación de Colmenar Viejo. Nuestro destino de tres meses. Allí estaban los Avia, los Reo o Pegaso del ejército para llevarnos al CIR nº 1  (Cuartel de Instrucción de Reclutas) San Pedro de Colmenar Viejo.
Billetes Alicante - Madrid - Colmenar viejo

A oscuras, sin cenar, tropezando, tiritando, aguantando a cada momento: “p.... reclutas, a que horas se les ocurre llegar”, “vais a comer más m….. que vuestras p.... gallinas”.

¡¡Que felicidad, vaya recibimiento !!.

Identificacion CIR
Sobre todo el vocabulario era de lo más. El lenguaje cuartelero, eso es, cuartelero y chusco.

Los CIR, estaban a rebosar. En Colmenar Viejo había cinco mil personas.

A las seis y media diana y a formar al patio. A la carrera y tal como estuvieras, medio desnudo o como fuera. Alguno dormía vestidos para llegar en perfecto estado de revista. Los reclutas altos, en primera fila, y de ahí para abajo, al final los más bajitos, “la calderilla”.

¡¡¡¡ Firrrrrrrrmes.!!! ¡¡¡ Ar.!!!!. Menuda orden sin sentido.

Se invertía mucho tiempo y se daban mucha importancia al desfile de la tropa. Durante la mañana instrucción, por la tarde limpieza y por la noche de marcha. Ja,ja … marcha de caminatas kilométricas, sin música, ni chicas, ni cubata,  un no parar.

Las necesidades se hacían en las letrinas, al aire libre y casi a vista de todo el mundo. La humanidad personal a la vista de todos. Y las duchas colectivas y masificadas.

Habían tres comedores inmensos. Imaginad cuan inmensos serian los montones de platos. Imaginad un sábado por la tarde con los platos y calderos por amigos y entretenimiento. 

Desfiles?. Pues sí. Hasta el día de la jura de bandera, cada día se desfilaba. Se cantaba una canción para marcar el paso. Y el paso “a piñón fijo”, era el motivo por el que los ensayos de desfile se hacían interminables.

Tres meses de suplicio y jura de bandera. Familiares para ver el acto.  ¡¡Ale, a casa unos días!!.

El día 6 de diciembre de 1978, voto en el Referéndum  para la ratificación de la Constitución Española. En ese momento, soy soldado del Ejercito Español. Orgulloso de votar una Constitución democrática y con justificante de haberlo hecho. Al mismo tiempo amedrentado por los meses que me quedaban por delante y la incertidumbre de la deriva que tomaría España, ya que los militares estaban muy rebotados. Los cuadros de Franco estaban en todos los locales de los cuarteles. No recuerdo ver alguno del Rey.

El día 11 de diciembre de 1978, a las 12 horas en la Unidad Regional de Autos de la 1ª Región Militar – Barrio de Campamento de Madrid.-Reza la cédula de presentación.

Hoy mediante Google Maps (¿que dices de Google?, en 1978?. Podía ser motivo de arresto, podría ser una clave terrorista). Decía que con Google Maps, indago la ubicación de esa Unidad. Es un solar. No queda ni una pared, jardín, bordillo, piscina, tanque arrestado, los Avias, Pegasos, Reos, el brigada Pallero, el brigada Flores, el capitán Ibañez, el comandante Obispo. Nada.

En el cuerpo de guardia me indicaron la compañía donde tenía que dirigirme. El puertas, ya prevenido iba dirigiéndoos hacia una fila donde el escribiente nos iba tomando los datos y el furri no iba dando al ropa y demás.

Aprendí un vocabulario nuevo: que el pater era el cura, el furriel era quien organizaba servicios y era responsable de armamento y ropa,  y el chopo era el fusil o Cetme. La guardia en las garitas, diurna y  nocturna, estaba ocupadada por el garitero o guripa, el cual pasaba horas cogido al arma, a la a que llamaban la novia.

En la cantina o el hogar del soldado, comías mejor que en el comedor, pero del chusco no te librabas para merendar. Los wisas y los abuelos tenían preferencia sobre los padres y los bichos. Para los bicho, recluta, bulto, chivo, las primeras noches eran un tormento por las constantes novatadas. A veces humillantes y crueles. Recuerdo un gallego follonero repartiendo orujo casero a todos los reclutas, a la fuerza durante tres semanas. Un tormento señores. La parodia de la jura de bandera, besando un calcetín con un perfume, que con anterioridad habían preparado. Una  barbaridad tras otra. Algunas, mejor no sacarlas de bajo de los recuerdos a no reproducir.

Si en la compañía había un sargento chusquero y tu deporte era escaquearte, cuidado por que podías ir a pelar patatas, o caerte unas cuantas imaginarias. Los llamamientos de la carne, eran escasos, unos decían que era porque estábamos agotados y otros por el bromuro en la comida. Vaya ud. a saber, alguno no le afectaba. Tenia novia en Madrid y en el pueblo.

También era un castigo común el corte del pelo al 0. El peluca, cual verdugo, ejecutaba la orden y te dejaba pelusa, si el amargado del sargento lo mandaba.

Yo fui machaca del capitán de mi compañía, mas fino era ordenanza. De todo hacia, pero la compra de pintura blanca, roja y gris, se llevaba la palma. Los bordillos eran pintados y repintados, con blanco y rojo, ya se ve en la foto. Los asistentes, también existían pero menos.

Había un teniente legía en el cuartel, que de cuando en cuando llevaba una pequeña melopea de coñac La Parra, “quien lo bebe la agarra”.

Enfermo no caí nunca, pero si alguna vez acudí, siempre me dieron la misma pastilla. Si necesitabas medicamento, el aspirino nos daba a todos la misma pastilla.  En cuanto a la vestimenta, debías ir con cuidado por si los pili mili o PM´s (policía Militar) te interceptaban. Su función, la vigilancia de los grupos de militares, que se esparcían por Madrid, con el fin de escapar por unas horas del ambiente febril y mandón de los oficiales cabreados, mal hablados e insultadores.

-       A ver el pollino de la tercera fila …. El paso, coja el paso, zopenco.

-       Sois una p … viejas.

-       Os voy a sacar la primera papilla. Hasta mañana aquí dando vueltas.

Algunos Lili, otros al dia siguiente
Las interceptaciones  las hacían cuando ibas de bonito, la uniformidad era el punto fuerte de su vigilancia. Si tenías la gorra capada, suponía  un arresto en prevención, además de meterte un puro. Allí ya no vestías de bonito, allí estabas vestido de romano. A veces radio macuto difundía que podía retrasarse para ti la blanca y por tanto, que no estarías Lili, como todos, a su debido tiempo.

Alguna vez venían los paracas para ver si alguno se apuntaba ese cuerpo.

El turuta daba el toque de diana, lo que significaba que todos a formar en la calle, pase de lista y lectura de la orden del día.

Y señoras y señores, estoy escuchando el toque de retreta. Sé que después vendrá el toque de silencio.

No sigo y me quedo aquí. No sea que aparezca el sargento chusquero que la última semana de mi mili, me regaló una semana de arresto en compañía.

Por eso, me pongo firmes, con el saludo militar y en total silencio, deseando, con alzamientos de cejas,

Dias Mili-Dias libre en casa


                              BONES FESTES.



Constatación de estar Lili "Licenciado"
La Blanca



              Articulo publicado en el libro de fiestas de Moros y Cristianos del año 2012
         




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