Después de aquello del Prestige y los hilitos de
plastilina, perdí cualquier atisbo de simpatía por Mariano Rajoy. Después, con
aquello de calificar a Zapatero, entonces Presidente del Gobierno, de “bobo
solemne”, acabo por colocarlo en mi ranquin particular entre los cinco políticos
menos valorados. En mi ranquin particular caben concejales y alcaldes, sobre
todo.
Sera pues, un honor para los componentes de mi ranquin,
el compartir la poca simpatía que me produce Rajoy. El ranquin, ya me repito
demasiado, lo encabeza un expresidente promotor de una guerra y un alcalde sin palabra.
No. No, dijeron a la investidura de Pedro Sánchez en
el mes de marzo, después de las elecciones del 22 de diciembre. Un no
respetable. Un “no” político, pero que dentro de la lógica política podría haber
sido, también, una abstención. O por lo
menos, así se entiende debía de haber sido entonces, ya que ahora para Rajoy se
pide la abstención para facilitar su investidura.
No fue entones, hubo elecciones y no se consideró un
cuasi delito de poco patriotas. Ahora, la culpa de que el señor de la
plastilina, el de las frases ocurrentes, de poca gracia y poca profundidad, no
sea investido y se produzcan unas nuevas elecciones, son los del “no”.
Mi análisis personal, recalentado por un verano que me
mata, es el siguiente:
-
- Un pacto de Pedro Sánchez con otros partidos,
al que veo poco factible. Demasiados gallos con aspiraciones personalistas. La
vieja frase “altura de miras”, por vieja, no entra en sus aspiraciones. La
cultura del pacto, dar y ceder, esa no ha calado aun en las formaciones nuevas
y en las viejas se perdió.
-- Un cambio de cara de candidato en el PP. Un
señor vetado en el parlamento y poco valorado en su partido debería dar paso a
una reflexión en el PP y plantear otro candidato. Por supuesto que no esté en
la lista de sobresueldos de Bárcenas, como lo está Rajoy.
Sería un gran paso, un gesto que le honraría, dar un paso
atrás, y dejar paso a un/a candidato/a limpio, creíble, capaz, serio, respetuoso y convencido
de llegar a pactos y cumplirlos.
Es toda una declaración de poco convencimiento la frase que
Rajoy pronuncia en el debate de investidura:
"Francamente, no creo que el señor Rivera y yo
pasemos a la historia por el acuerdo que hemos firmado el otro día", decia en su
réplica a Pedro Sánchez antes de matizar: "A lo mejor pasamos por otra razón,
Dios quiera que buena, señor Rivera".
Patético.
2 comentarios:
Ya, muy ocurrente, pero simple, muy simple. Por supuesto de Andalucia, hundida en la miseria y el latrocinio, no decimos nada. El sinemet no te hace efecto...campeón.
Gracias a la Levodopa-Carbidopa, el Rinopirol, la Risagilina y los analgesicos mi enfermedad de Parkinson es soportable. Creo sinceramente de mal gusto, relacionar mi opinion con el Sinemet (nombre comercial de la Levodopa-Carbidopa). Mi Parkinson no me quita ni un apice de cordura, inteligencia, sensibilidad ni entendimiento.
Si no le gusta mi opinion, no necesita justificarse con mi enfermedad. Desde hace unos años la progresion del diagnostico sobre enfermedades neurologicas se ha disparado, espero sinceramente que ni usted, señor Hipolito Sanchez, ni nadie de su familia, tenga la desgracia de ser uno de los afectados.
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