El primer día.
La maquinaria del
INSS se puso en marcha, para ahorrarle al estado el pago de mi pensión al en
otra hora país de los milagros (la marca España), y en la actualidad el país de
los 40 ladrones de Ali Baba. Una cosa nos diferencia, que son 40. 3 (elevado al
cubo).
El INSS necesitaba
saber si estoy vivo, por podía amortizar mi pensión, o aprovecharla para gastos
de más interés. El sueldo de Rajoy, o el
de Montoro, o el de Wert. Hasta incluso, con tal monto, podría sufragar la
deuda histórica con la Comunidad Valenciana, que el ñoño de Fabra no reclama.
Es verdad, hasta
final de marzo tenia plazo para demostrar ante ese organismo, que a pesar de
los pesares, y los intentos de algunos/as de hundirme como un pilote antisísmico,
estaba vivito y coleando y con muchas ganas que lo sea por muchos años.
La carta sale de
Alicante el 2 de abril, llega a mis manos el 25 y antes del 8 de mayo, un
documento original, o fax del Consulado de España, debe decir que el
funcionario encargado, previa visualización del pasaporte y el DNI, ha
comprobado que el del retrato es el menda, que respira y camina. Desgraciadamente la pensión la deberán seguir
pagando, con lo que la deuda histórica no se liquidara, por ahora.
En este país, como
en todos, para residir hay que tener un permiso. Una VISA. Si no fuera así
sería un ilegal y podrían deportarme al país de la cueva de Ali Baba.
Aprovecho la
estancia en la capital y dos meses antes de su caducidad renuevo mi
autorización de residencia.
Tiempo invertido,
tres horas de papeleos.
Tres horas!!!. Pero a esas tres escasas horas hay que añadir
7 horas de ida, más 7 de vuelta. En autobús y
dando tumbos, porque las vías de comunicación, escasas y curvadas,
triplican el tiempo invertido por kilómetro. Eso sí, la vía es de peaje, 5
peajes. Y cuidado con la vaca que puede cruzar sin avisar.
El amigo que llevo
a la espalda da síntomas de querer una dosis por adelantado. El viaje en
autobús de 7 horas ha despertado sus insanas artes, y amenaza con agarrotar los
músculos. Conociéndolo, es cuestión de
darle la dosis y descansar para que se duerma.
Durante mucho
tiempo Clara E. Morales, era un nombre, unas fotos y algún que otro chat preguntando
cuando iba, contestando, pronto será. Como tantos amigos Facebook, nunca antes
nos habíamos visto.
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Palacio Real de Aranjuez (Madrid) |
El barrio Villas de Aranjuez es un conjunto cerrado, al
norte de la ciudad. Las casas son adosadas de ladrillo rojo rodeadas de jardín.
Pienso en mis estancias en Aranjuez por
las fiestas de san Fernando a finales de mayo. Los conciertos en los Jardines
del Principe, los paseos matutinos por la orilla del Tajo, por los jardines de
la Isla. Las construcciones de ladrillo
rojo, el Palacio Real o la Casita del Labrador, el palacio de Godoy, la iglesia
de Alpajés. La inmensa plaza donde la Mariblanca parece una niña. Y en la
memoria, el concierto de Aranjuez.
El primer saludo,
el primer contacto visual, es satisfactorio. Joven, simpática y con un ligero
toque PK. Esto último porque lo sé. Otros dirían que iba al ritmo de la música que
seguramente escuchaba con unos auriculares camuflados.
Música en la casa,
mesa puesta y saludo de Bowser. Agradable
conversación, aunque siempre tengo la sensación que no dejo de hablar y no dejo
hablar. Hablo, tragro aire, me quedo el
ultimo ….. sin remedio.
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Plaza Bolivar |
Le dedicamos la
tarde a la parte antigua de Bogota. La Candelaria, allí, entre universidades,
museos, la casa del Florero, la plaza del Chorro de Quevedo …Todo ello, autentico
punto nuclear de la ciudad. Primer asentamiento ordenado por Gonzalo Jiménez de Quesada.
La juventud
universitaria empieza a concentrarse en la zona.
Por la calle 11, con
ciertas manifestaciones del Pk, llegamos de
repente a la plaza con el nombre de las plazas de casi toda Sudamérica,
la plaza Bolivar. La conformación no difiere de las plazas españolas, los poderes
la ocupan: la Iglesia, el Ayuntamiento, el palacio de Justicia, y el Congreso.
Sí. Ya sé, el ejército,
falta el ejército. Falta la sede, pero allí había ejército.
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Casa Nariño - Presidencia |
Frente al congreso, la
Casa Nariño, sede presidencial. Dentro del vallado una reata de carros (coches),
y yo bromeo: “Santos tiene merienda”.
Buena merienda es el
debate actual. El proceso de Paz, o negociación con la guerrilla de las FARC.
Un debate que me recuerda al de ETA en España. Propuestas de todo tipo, y
partidarios y detractores. Mientras los jóvenes del ejercito “caen en acto de
servicio”. Fanfarrias y medallas, y madres destrozadas.
Volvemos. Mañana hay que
madrugar.
Transporte?. Taxi y
colectivo. Y el Transmilenio.
El Distrito Capital no
tiene metro. El Transmilenio, noticia todos los días por una serie de delitos,
deficiencias y masificación, es el sistema que combina el transporte colectivo
urbano con un parecido a un Metro en superficie.
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La visión de Clara sobre mi experiencia |
En el trayecto recorrido,
comprobé y sufrí, aquello que venía escuchando en los noticiarios. Aprietos,
estrujones, rozamientos. Pero en mi caso, y está bien retratado en el dibujo de
Clara, mi obsesión era sentir la presión de mi cartera y mi móvil en mis
bolsillos. Cuando la perdía, bajaba mi mano, desde la barra de sujeción,
apretaba ambos bultos, volvía a sentir la presión y comprobaba que no había ningún
ataque ninja que aumentara la estadística, a mi costa, de robo de cartera o móvil,
o los dos a la vez.
Los baches, y curvas, producían
el efecto batidora, o bombo de centrifugado. Literalmente me quedaba en el
aire, o daba de cabezazos a la barra de sujeción. Al pisar suelo firme, tuve la
sensación de que este, seguía con el mismo movimiento bajo mis pies. Durante un
rato, la inseguridad en mi caminar, vista desde lejos, le parecería al
observador, la de un trompo buscado el equilibrio firme sobre el eje central.
Hasta la puerta del
hotel.
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Te acompaño
al taxi.
A dormir, que el
segundo día no será menos agitado.