«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

viernes, 25 de septiembre de 2020

Las campanas de la cuenta atrás.


COVID-19, es el nombre del bichito que desde finales de noviembre tenemos en danza. 

Cuando increíblemente se propagó, sin que ninguna tecnología pudiera con él. Cuando los italianos estaban sufriendo el colapso de su sanidad, y los afectados pasaban a ser unos cuantos miles, aquí no se movía nadie

La noticia estrella era  la Cumbre anual de la ONU sobre Cambio Climático, que se celebró entre el 2 y el 15 de diciembre en IFEMA. La activista sueca, Greta Thunberg se paseaba por los escenarios seguida de una corte de jóvenes activistas. Menos combativa de lo que se esperaba, vista su intervención del septiembre pasado, cuando se dirigió a los líderes con aquel famoso ¿Cómo os atrevéis?. En esta ocasión remarcó, que el objetivo es lograr que la temperatura global no aumente en más de 1,5ºC a final de siglo. "¿Y por qué es tan importante permanecer por debajo de 1,5ºC?. Porque incluso con un aumento de 1ºC, muchas personas van a morir por la crisis climática".


La cumbre terminó sin grandes acuerdos, y estalló el gusano de Wuhan. Y desde entonces no existe otro peligro que el contagio del maldito virus. 

¿La crisis climática se ha terminado?. 

Ya lo conté. Durante tres días fui un "zombie", perdí la capacidad de razonar, aunque no me atacó la histeria, y sí, el pesimismo más negro. Al tercer día, salí al balcón de mi casa y encontré un nítido cielo azul. Era la claridad del alba, esos momentos que progresa la luz y que se rompe en el momento de la aparición del primer rayo de Sol. 

Inspire el aire "fresquito" de febrero, y todo lo negro se lleno de luz.


Desde entonces, cada día, he publicado una fotografía del momento en que desde mi balcón podía atisbar  en el horizonte el primer punto de luz solar. 

Hoy, ese mágico momento ha decaído. 

Soy vecino de uno de los monumentos más extraordinarios de Benissa. El Convento de los franciscanos. Sorprendentemente el Ayuntamiento de Benissa no pujó por quedarse con su control oo gestión. Considero que fue un error. 

Dicho esto, sigo con la idea que venía desarrollando, sobre que desperté del momento mágico de un nuevo día. Son las campañas de ese monumento las que me han despertado.
Cada día a las 7:00 de la mañana empiezan sus toques de horas, media hora, y cuartos de hora hasta las 11 de la noche, y tres volteos con la campana pequeña, a las 8:00, 14 00 y 20.00.

Se fueron los franciscanos pero además del monumento nos dejaron el goteo de nuestra existencia. 

Vengo a plantear un dilema:

1.-  Abordar el reto del clima que no admite demoras, con el cumplimiento de  los pocos acuerdos  conseguidos.

2.-  O invertir casi todos los esfuerzos en salvarnos momentáneamente, y el que venga detrás que cierre la puerta.

Greta Thunberg (RTVE)
Es serio el momento para algunos. Los intereses sectarios, son o no son abandonados. Si lo son, aún hay tiempo,  si no lo son, poco queda que decir. 

Pese a todo, la vida sigue. Y siguen, y el virus no les hace callar. Son los políticos y personajes públicos (las grandes corporaciones), con sus discusiones y mensajes falaces. Personajes que no dan la talla en nada, que no saben que es prioritario, nada más,  que el mantenerse unos y multiplicar ganancias los otros. 

El resultado pues, es que ya hay fecha para la desaparición del hombre sobre la tierra.


Vicent Ibañez i Mas
Septiembre 2020

vibanezmas@gmail.com

viernes, 4 de septiembre de 2020

El nuevo orden.

El mes de Agosto se despidió con un aguacero, corto, pero intenso. Un verano raro. No por el chaparrón, que ya tardaba, siempre hay uno por estas fechas, si no por los cambios en nuestras diarias costumbres.

Pero, en fin, estamos molestos por esa imposición de la naturaleza, aunque somos cómplices necesarios de la existencia de la pandemia. Y molestos por las imposiciones de la autoridad competente.

Mi generación aún responde a las advertencias y restricciones, algunos remugando, pero cumpliendo. Me pregunto si no sera porque están o casi están, en el grupo de riesgo. 

Me quiero referir a aquellos,algunos, que se rebelan y hacen caso omiso.
 

A la generación que hemos criado, no supimos poner reglas y barreras. Lo que a nosotros nos impusieron, "porque sí", nosotros lo quisimos razonar con nuestros hijos. Y para nuestra desesperación  comprobamos que los razonamientos en cierto tramo de edad sólo crean distanciamientos (a nosotros nos pasó, y recibimos por ello premios sonoros y dolorosos), Ni tanto ni tan poco. 

No. No reprimir, pero sí enseñarles el valor del orden y la disciplina. El respeto y escucha a nuestros mayores. En su experiencia se guarda gran cantidad de soluciones. Creo que empezamos nosotros con la aplicación de soluciones de libro, arrinconado la tisana de la abuela. O los empastes de la sanadora, que lo era por herencia familiar o por vocación y no por interés económico.

Hoy lamentamos no tener aquellas o aquellos remedios que abandonamos por productos químicos de rápido efecto, pero de inciertos efectos secundarios.

Y así también abandonamos a nuestros mayores en residencias de esplendidas paredes de imitación al mármol y de dudosa humanidad tras ellas. Esta crisis ha confirmado que el lucro era la causa principal de su existencia.

Y si no cambia la moda, dentro de poco saborearemos las mieles de esas casas de retiro, donde quien nos dará la mano y nos acompañará al water, con más o menos ternura, lo será por dinero y no por el desveló y amor que tuvimos en una época no lejana, en su niñez. 

Y no será lo mismo. Intuyo. 

Vicent Ibañez Mas 
Septiembre de 2020 

vibanezmas@gmail.com