«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

domingo, 31 de julio de 2016

La gran mentira de los indignos.



Hace unos días tuvimos conocimiento y quien pretende repetir como Presidente del Gobierno también,  de la existencia del Informe Chilcot, en el que, entre otras, se afirma que los gobiernos, o Blair y Aznar, pactaron apoyar la Guerra de Iraq simulando que trabajaban por la paz.
 
Afirmó Rajoy al respecto de la noticia, vicepresidente de aquel gobierno, que anda liado y no ha tenido tiempo para ello, y que total ya han pasado trece años.

El 15 de febrero de 2003, se dieron en España, y en Europa, unas de las manifestaciones más multitudinarias de la historia democrática. En esas manifestaciones se quería hacer llegar a los gobiernos que apoyaban la decisión de un ataque al Iraq de Sadam, entre ellos el de España, y con una participación notable, la voluntad de la mayoría de los españoles de evitar la vía de las armas para solucionar el conflicto con el dictador.

El día 13 de febrero de 2003, dos días antes de la celebración de las manifestaciones multitudinarias, el presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió fe personal en él a los espectadores que vieron la entrevista difundida en Antena 3 Televisión. "Créanme, estamos haciendo lo correcto. Actuamos de acuerdo con nuestras creencias y nuestras convicciones", fue su última frase. La clave de su argumentación fue triple: "El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva. Pueden estar seguros todos los que nos están viendo"; "tiene vínculos con el terrorismo", y esa "demostración" justifica "la dureza de las medidas que se han de tomar".

 


El 3 de marzo de  2003, el Congreso aprueba la proposición de Aznar sobre Irak con el apoyo unánime de los populares. Defendidas las dos propuestas, por Aristegui y Caldera, “por sorpresa intervino el actual Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy  para defender la postura del Gobierno en esta crisis. El ministro ha exigido al líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, que "de la cara y exponga su postura con claridad". Para Rajoy, los socialistas actúan en este asunto de modo "burdo, ridículo y mezquino". Los diputados de Partido Popular, ante el resultado positivo para Aznar, lo jalean y aplauden. Jalean y aplauden una guerra.

Después de 13 años, estamos sufriendo las consecuencias, los ataques terroristas y los desplazamientos humanos, que algunos ya predecían: Se acabará con las armas de destrucción masiva, las armas químicas y la amenaza terrorista que representa Sadam, si éste se exilia o se le elimina. Realmente pueril esta argumentación. Lo único que va a generar esta injusta guerra es, por una parte, una quiebra ya inevitable de la legalidad internacional, y por otra, el aumento del terrorismo integrista a medio y largo plazo, el cual hallará una plataforma de justificación objetiva, de la que ahora carece, y su crecimiento en otros puntos del planeta, entre ellos España” (Baltasar Garzon – Sr. Presidente. El Pais 4.03.2003).

Lo más grave no es, ni siquiera, que las célebres armas de destrucción masiva fueran un camelo, originado en informes falsificados.

Todos recordamos a Colin Power  en su condición de jefe de la diplomacia norteamericana, que protagonizando una intervención en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que llevó su figura al más alto nivel. Sus debates preludiaron la invasión anglo-estadounidense de Irak, pero la comprobación de que los argumentos, las pruebas y las denunciadas armas de destrucción masiva no existían, le metió en la Gran Mentira y dañó sus aspiraciones y su historial diplomático.

Y recordamos a una Ana Palacio argumentando sin argumento.


Y la fotografía de los cuatro de Las Azores. Barroso un poco retirado. Y Aznar soportando sobre su hombro la mano del peor presidente de la historia de los EEUU.
El ex primer ministro británico Tony Blair ha pedido disculpas por su papel en la guerra de Irak. El último líder laborista en ganar unas elecciones ha pedido perdón por utilizar información de inteligencia errónea; ha reconocido que no supo prever el caos que se desataría tras el derrocamiento de Sadam Husein, y ha admitido que dicho caos puede haber contribuido a la aparición y crecimiento del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS).
Lo más grave es que Rajoy pida a los demás responsabilidad, cuando ni quien patrocino la mentira, Aznar, ni el mismo, hayan dicho ni una palabra, desdiciéndose, y reconociendo la Gran Mentira. 

Y que alguien que pretende gobernar España, afirme no tener tiempo para saber de las conclusiones del Informe Chilcot.

Dice Baltasar Garzón en su escrito de opinión “Tiempo de canallas” (El Pais 28.2.2004), y yo lo suscribo, que: La postura frente a estos manipuladores natos es la de la intransigencia ética; no hay pacto ni consenso posible con ellos, sino sólo la exigencia de responsabilidades políticas y cualesquiera otras que procedan.”, y “Más democracia significa más responsabilidad y menos indiferencia; más libertad y menos seguridad como único valor emergente, y, sobre todo, más dignidad.”

Hoy se preguntan los ciudadanos de los países occidentales, que ha pasado, porque estamos más inseguros ahora. Y nadie les dice que es consecuencia directa de aquello, es el resultado, que más allá de los centenares de miles de víctimas mortales que originó aquel conflicto, la guerra de Irak y sus secuelas directas, han convertido la región en un caótico desequilibrio, la existencia de prisiones como Guantánamo, fuera de toda legalidad internacional, sembraron la semilla del fanatismo yihadista en la que se halla secuestrado Occidente. La guerra de Siria, la crisis humanitaria desatada por la llegada masiva de refugiados hasta las puertas de Europa, la incontrolable escalada de violencia que sacude al mundo entero.
En conclusión creo que, de oficio, por el Fiscal de la Corte Penal Internacional, se debería estudiar el Informe Chilcot, ese al que Rajoy no puede dedicarse, y  considerar si la Gran Mentira que nos llevó a la guerra de Irak, y que produjo entre los iraquíes un número total de muertos de 1.200.000, y según datos oficiales, y que entre los militares ocupantes  fueron más de 4.000 estadounidenses, un centenar de británicos y otros 100 soldados de otras nacionalidades, están entre los crímenes señalados en el artículo 5 del Estatuto de Roma: delito de genocidio (art. 6), de guerra (art.8), de agresión (art.8 bis) y de lesa humnidad (art. 7).

Sería una forma de dar credibilidad a la Corte Penal Internacional, juzgando si fuera el caso, a políticos que ejercieron su cargo democráticamente, pero que sus decisiones pudieran ser consideradas delito. En algún caso, como el de José María Aznar, sin signos de arrepentimiento ni humildad ninguna. Como se ve, no solo los dictadores mienten, asesinan, guerrean y provocan conflictos por intereses económicos o de geoestrategia.

Los demócratas, Bush, Blair, Power, Barroso, Rajoy y  Aznar, mintieron conscientemente y provocaron muerte, destrucción, quebrantamiento de la leyes internacionales, detención ilegal fuera de cualquier norma del derecho y la formación de un monstruo terrorista de imprevisibles resultados.

Debería plantearse un debate en el Partido Popular, sobre si mantener como candidato a Rajoy, ya que su figura política ya de por sí, de dudosa capacidad, podría ser “investigada” por una hipotética denuncia, junto a los antes nombrados, ante la Corte Penal Internacional.
O simplemente por su intervención en aquella Gran Mentira.

jueves, 14 de julio de 2016

Sentí el frío cañón de una pistola en la sien.

No se cuando comenzó el fin de ETA, pero los hechos acaecidos en los días anteriores al 14 de julio de 1997, estoy seguro, hicieron vomitar muchos españoles y en una parte de los que animaban a ETA.

El 10 de julio de 1997 fue secuestrado por tres miembros de ETA, el concejal de la localidad vizcaína de Ermua por el PP, entre 1995 y 1997,  Miguel Ángel Blanco Garrido (Ermua, 13 de mayo 1968-Lasarte-Oria, 13 de julio 1997). Los terroristas mantuvieron en vilo a todo el país, con la amenaza de asesinarlo, con la exigencia de que se efectuara el acercamiento de los presos de la organización terrorista en las cárceles del País Vasco en un plazo máximo de 16 horas. Ante la negativa del Gobierno, la tarde del día 12 fue tiroteado en un descampado, muriendo en la madrugada del día 13.


El pulso insensato que mantuvieron los etarras ante un gobierno firme, y la protesta multitudinaria de millones de españoles, manteniendo a Miguel Angel maniatado durante el plazo concedido para el cumplimiento de su extorsión, y el posterior acto de cobardía de arrodillarlo atado de manos, encañonale la pistola y disparandole dos tiros, produjo un escalofrío que sintieron los millones de españoles que se movilizaron, e incluso aquellos que seguían justificando a ETA .


El asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso un antes y un después en la desenfrenada carrera de lo que comenzó como un método de llegar a la independencia del País Vasco, apoyado, animado a los miembros de ETA, pasando a producirse un desinterés lento, silencioso e imperceptible.

Su secuestro y asesinato provocaron un sentimiento social de rechazo hacia ETA en grandes sectores de la ciudadanía. Aunque asociaciones como Gesto por la Paz de Euskal Herria ya habían iniciado el año anterior sus movilizaciones cívicas contra la violencia, a partir de entonces las organizaciones y las expresiones en contra de la violencia de ETA aumentaron.


El Foro Ermua surge tras la reunión de varios profesores tras el secuestro y posterior asesinato del concejal. Su eje de acción fue un manifiesto de repulsa donde se proclama su oposición a cualquier negociación con ETA que no sea su disolución como organización armada y la unidad antiterrorista de los dos grandes partidos políticos, PP y PSOE.Hoy 19 años después no se si alguien se acuerda de aquellos días, de aquellas horas en que todos los españoles cofiaben en que los insesatos asesinos tuvieran un mínimo de cordura.

Yo los recuerdo con un frío cañón en mi sien.