«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 4 de junio de 2012

Baltasar Garzón

Vaya ante todo mi admiración y mi agradecimiento a Baltasar Garzón por cumplir con su obligación.

Siempre hay que esperar que se imponga la verdad y la justicia sobre la mentira y la injusticia. Pero no esta claro quien va ha ser el buen  juez que la administre. Algunos confían en su Dios, otros en la ley natural, pero en lo que cada vez creemos  menos es en la ley de los hombres. Y concretando,  en la imparcialidad y honradez de quienes por su posición están en disposición de administrarla.

El ser humano, cada uno, tiene un cerebro que rige las distintas funciones de los miembros del cuerpo, pero, además, la racionalidad, el don de razonar, a él solo se le ha dado entre todos los seres  vivos. Los genes adquiridos de nuestros antepasados, junto a los valores adquiridos de nuestros padres, maestros y época en la que nos desarrollamos, conforman al final un ser en cada uno de nosotros, diferente y excepcional.

Así,  en el mundo de la judicatura, no tengo la menor duda, que Baltasar Garzón es un ser vivo  excepcional y único, y seguro que en él hay una convergencia de motivos, siendo los principales los antes aludidos.

Creo que no se prodigan esos seres, y que en la historia han marcado y dejado huella. Como todos los seres excepcionales, crea controversias, que si son sanas y no complican el viaje, lo que hacen es enriquecer y mejorar  leyes y normas.

Durante veintitrés años  en el juzgado de la Audiencia Nacional ha ejercido un hombre, al que la historia calificará muy positivamente. Como es habitual, en su tiempo, ahora, será considerado mas bien un estorbo o en su caso un tocabolas al que hay que cortocircuitar.

Sus actuaciones, calificadas de mediáticas y propagandísticas, han llevado a situaciones comprometidas, incluso detenciones y sentencias, a la mas variopinta fauna criminal  de los últimos años.  Desde políticos a banqueros, de narcotraficantes a terroristas internacionales, de jefes de estado a policías matones. A la mafia y a ETA. Incluso se atrevió a remover la tierra donde están clamando justicia los que en cunetas y vergonzosas fosas comunes fueron cobardemente asesinados. 

Si alguien ha seguido la trayectoria profesional y cívica de este ciudadano comprometido, vera que no puede ser de otra manera, su presencia  en la Audiencia Nacional, con el poder excepcional que le concede y la gallardía con que ha acometido sus actuaciones, sobresale a cualquiera de sus compañeros, a los que podrimos calificar benévolamente, de poco valientes.

Dos artículos de Baltasar Garzón tengo enmarcados, uno con el titulo de Sr. Presidente, (El País, 4.03.2003) en el que en carta abierta se dirigía al presidente Aznar a raíz de su activo apoyo a la invasión de Irak, decía

He comprobado cómo una vez más se impone la ley no escrita de la sumisión acrítica de los diputados del Grupo Popular y, cómo algunos, en forma desafortunada, insultaban a los actores que dignamente discrepaban en silencio desde la tribuna, o lanzaban improperios a la oposición por su discrepancia democrática, y, sobre todo, cómo adulaban con la sonrisa y el aplauso a su líder, es decir, a usted; y he sentido miedo, un miedo frío, físico, palpable y denso como el chapapote; pero también he constatado cómo alguno de ellos, al aplaudir y al sonreír, se removía en su escaño, sin duda pensando en la vergüenza que tendría que pasar cuando, al llegar a su casa, tuviera que mirar a sus hijos, a sus padres, a su esposa o a su marido y explicarles lo inexplicable. A estos últimos me dirijo, pidiéndoles que expresen lo que sienten y que actúen en consecuencia”.

Y seguía…

Mire, señor Aznar, el día 15 de febrero de 2003 sentí un orgullo que difícilmente podrá entender. Mis hijos y mi mujer estuvieron conmigo en la manifestación, codo con codo, gritando a favor de la paz. Vi sus caras y su decisión, como la de tantos miles y millones de personas, y ellos me han reconfortado como padre y como ciudadano y me han transmitido la fuerza que necesitaba para seguir”.

El otro se titulaba Tiempo de canallas, (El País, 28.02.2004), y entre otras, decía:

“Frente a las atrocidades e injusticias masivas que recorren el mundo hace ya tiempo que la indiferencia no es una opción, y desentenderse de ellos, una aberración inaceptable.”

Todo esto no es problema de los estudiosos. Es problema nuestro y debemos conseguir que la sociedad deje de estar adormecida y sometida por voluntades externas a una especie de deslizamiento sin rumbo y sin muro de contención. Y que se preocupe por cuestiones relevantes como el tipo de educación de los hijos, la restricción de libertades, el control de los medios de comunicación oficiales, la manipulación inducida de los ciudadanos; la utilización partidista del terrorismo, la baja calidad y eficacia de la justicia, entre otros”.

“Yo propongo un lema electoral para todos los partidos políticos concurrentes a las próximas elecciones españolas: "no mientan a los ciudadanos"; "no prometan aquello que no van a cumplir"; "no jueguen con la necesidad y la esperanza de la gente" subastando sus sentimientos y legítimas aspiraciones; "no se insulten, trabajen y no se vendan por el plato de lentejas del poder, del que sólo son usuarios transitorios”.

Garzón, como el juez Falcone y el juez Borsellino,  con la mafia, se ha enfrentado a muchos poderosos, y no es raro que esté  en el punto de mira, tanto físico como profesional.  La retirada de la protección nos debe hacer reflexionar hasta donde llega la animadversión que este hombre ha conseguido ganarse.

Si ningún sector se ha librado de su juzgado, si todos los ámbitos han ido investigados, si por ordenar la grabación de las conversaciones entre detenido criminal y abogado escondebotines, ha sido separado de su juzgado por sus “valientes” propios  compañeros, con juicios vergonzosos y argumentos cobardes, ¿que podemos esperar en adelante que haga algún juez?. Dudo que quede alguno al que se le pueda llamar valiente, imparcial y justo.

Cada día, cada noticia es un delito puesto en conocimiento ante la opinión pública. El saqueo bancario, la corrupción política, la corrupción judicial, un cúmulo de delitos contra el común de la
gente de este país.

¿Dónde está  el juez, el fiscal, la justicia? ¿Dónde han ido a parar?.

“Mandemos a Garzón a freír espárragos y ya podemos delinquir tranquilos”.





                                                      Escuchando al Juez Garzón

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