
Desde ese día hasta el 7 de
abril en que se legaliza el Partido Comunista, Adolfo Suarez realiza una
labor de acercamiento al Secretario General, Santiago Carrillo. Contactos y
reunión secreta. Tiras y afloja. Dialogo, sinceridad y altas miras.
La primera
parte de esta historia, HISTORIA con mayúscula, y no la triste y vergonzosa
historia a la que hemos llegado. Donde los servidores públicos, que presentan sus
candidaturas voluntariamente, se han servido del poder otorgado, para auto
concederse tales privilegios, que han pasado a ser una casta superior y de servidores han pasado
a ser servidos.
Otras veces he declarado mi
admiración por Presidente. Y considero que hasta el momento, ninguno de los que
le han seguido ha llegado a la categoría que Adolfo Suarez le dio a la política española.

La figura insegura y con una
dudosa palabra. Un presidente que
denigro a su antecesor y que hasta el momento no ha demostrado ser mejor. Un
presidente que produce a sus seguidores inseguridad. Un presidente al que la toma de decisiones le
es consustancial con su paisanaje. Un presidente que no ha cumplido con sus
propuestas y promesas. Un presidente que no limpia su patio de dudosos
personajes.
Hoy leí unas frases del
dramaturgo y poeta alemán, Bertolt Brecht, uno de los más influyentes del siglo
XX.
-
"El peor analfabeto es el analfabeto
político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No
sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina,
del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El
analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la
prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el
político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y
multinacionales".
- "Las revoluciones se producen en los callejones sin salida".
Hay un montón de
analfabetos, cada vez menos.
Es
posible que se produzca una contrarrevolución, estamos en un callejón sin
salida producido por esta revolución económica, de la que no es culpable quien
la está pagando.
Creo.
Estoy seguro de la vigencia de la frase de Bertolt:

Alguien
no pisotea, habrá que rebelarse.
Que
vuelvan los sensatos españoles de la década de los 70 del siglo XX.