
Fue en 1975 cuando recuerdo oír hablar de Bernat
Capo.
Fui con mi tío Benjamín a su chale de la Costera
del Mar, en Moraira.
Iba a empezar 5º de bachiller y no quería seguir
estudiando. Se confabularon todos, y con
la excusa de buscarme un trabajo me llevaba a casa de unos y otros amigos que
en vez de proporcionármelo, remachaban la cantinela de "estudia que después
te arrepentirás".
No fue este el caso. No recuerdo nada especial, tan
solo me quedo la impresión de un hombre serio.
El primer libro que leí de Bernat fue el
"Viaje al Solar Morisco". Durante su lectura me propuse hacer ese
viaje, tal fue el impactante interés que produjo en mí.
En las primeras elecciones democráticas ocupó la concejalía
de Cultura. Yo ya trabajaba en el ayuntamiento. Lo recuerdo, sin despacho (que
contraste con los actuales ediles), el suyo era el salón de plenos y la
gran mesa, su mesa de trabajo. No cabe duda que en aquellos años, la intensidad
del quehacer político era notable. La estructura franquista estaba totalmente
activa. Y en aquellos ocho años, aquellos jóvenes socialistas, con la ayuda del
histórico Bernat Capo, carnet número uno del socialismo benissero, lograron
cambiar la organización y la fachada a Benissa.
Y cuando vinieron los "hunos", con ínfulas
de cultos, mostraron que su origen era "bárbaro". Nombraron a Bernat
miembro de la Comisión Informativa Municipal de Agricultura. Y vinieron los
años de la pseudo-cultura discriminativa (la vuelta a la edad de piedra).
Mi amigo Josep me regalo la obra de Jesús Moncada, “Cami
de Sirga”. Durante su lectura recordé el "Viaje al Solar Morisco". Y
lo volví a leer. Desde ese momento me hice seguidor en la distancia. No sé por
qué estaba convencido de que era un hombre de un carácter intratable.
Cuando empecé a recopilar datos para llevar a cabo mi idea de reflejar la Odisea de la traída
del agua potable a Benissa, Bernat era uno de los pretendidos entrevistados.
Acudí a esa
primera cita especialmente nervioso. No sé si es correcto llevarle como
presente a un escritor, un libro, que junto a mis primeras atrevidas palabras,
relativas a su fama de malgeniado me tenía paralizado de miedo.
Desde aquel otoño de 2012, frecuenté su despacho.
Nunca realice la entrevista que fue la razón de aquella primera
tarde. Hablabamos de todo y de todos. Cuando en mi casa repasaba lo
tratado, me maravillaba la variedad de temas tratados. La facilidad de pasar de
un tema a otro. La calidez y sintonía entre ambos. Y Lola, atenta: “¿Necesitáis
algo?.
Mediante correos electrónicos breves, nos anunciábamos
o requeríamos para una tarde de “xarreta”. La última, el 14 de septiembre de
2016, pocos días antes de marcharme a Colombia. La única vez que le tomé una
fotografía en su despacho, en el que tantas horas se nos hizo tarde y me despedía amable pero firme, Lola y el solían
pasar un rato con sus vecinos Concha y Jaime “Dulce” que se hallaba postrado en
la cama.
Hace una semana volví de Nueva Granada (nombre de
la Colombia antigua). Aclare lo más urgente y visite su nueva biblioteca. Su rincón.
Me preparaba para la visita.
No Vicent, no está para nada.
El lunes 13, Concha me dice que no.
El martes 14, a primeras horas de la mañana me
comunica que ha muerto Bernat. Estaba leyendo el librito “Ocells”.
Y como un rayo rabioso, casi corriendo, voy desde
la “Costereta del Convent” hasta el lavadero del Pou d´Avall, leo en voz alta El Rossinyol del Pou d´Avall y
mis lágrimas forman ondas en las transparentes aguas del lavadero.
EL
ROSSINYOL DEL POU D´AVALL
EL CANT
DE L´ALOSA
99
ARTICULOS
ON EST
GIGI?
LA
CRIMINALA
PERSONAJES
INOLVIDABLES
ESTAMPES
POBLETANES
10
PERSONAJES MIRONIANOS
COSTUMARI I y II
DE
BERDICA A NAVAYORK
VIAJE
AL SOLAR MORISCO
DE RE
POLITICA
CRONICO
DEL SISE
EL
VELLARD I LA GARSA
ANTOLOGIA
DE ESCRITORES BENISEROS
CRONIQUES
GASTRONOMIQUES
CRONICAS
DE UN PUEBLO
EL
TEULADI UTOPIC
PLENILUNI
REQUIEM
PER UNA AMISTAD