«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

domingo, 16 de septiembre de 2018

El palanganero y el orinal.

Cuando veo que un paisano lleva en su mano una botella de agua; tan bien arregladita, con precintos, sellos, certificados y análisis (que curioso, todos son) de los Laboratorios del Dr. Rodes.Estoy  seguro que ha pagado por ella el valor de un diamante.

Con la cantidad pagada por medio litro de agua, usted tiene mil litros de agua a granel por el grifo, y de la misma calidad. Y la puede usa para todo y sin remordimientos.

Nadie lee lo que las autoridades obligan a las embotelladoras a informar al usuario. Es letra pequeña, hay tan poca agua que no hay tiempo entre sorbo y sorbo. Se acaba antes el agua que el intento de leer la diminuta declaración de beneficios del producto.

Por lo general, el agua que nos venden embotellada, es simplemente, agua del grifo. Y si es mineral y de manantial, no tiene porqué tener un coste mayor.

Cuando nos llega el recibo por el consumo de agua, nuestra actitud contrasta con lo que anteriormente expuesto, miramos y remugamos.

- Es muy cara el agua.


No nos importa pagar 2 euros por medio litro de agua embotellada, y sí nos molesta, y encontramos cara, la que creemos es de peor calidad, solo porque no va envuelta en PET, porque nos la venden a granel por el grifo.

Los que ahora tienen menos de 50 años no conocieron como se las arreglaba sus padres a la hora de hacer su aseo personal.

Sería buen ejercicio detallar un día normal, y el festivo lo dejo a la imaginación de cada uno.

En las casas no existía lo que conocemos como cuarto de aseo. Ahora lo llaman cuarto de baño. Y por algún tiempo se le llamó, water.

El agua, escasa, se recogía cuando llovía mediante un sistema de canales, almacenándola en algibes. No había que desperdiciarla pues las sequias eran y son frecuentes en nuestra tierra.

Por la noche, en la habitación, se preparaba el palanganero con toalla y una jofaina con agua. Bajo la cama el orinal. De cerámica, hasta que el plástico nos invadió.
Los más pulcros se lavaban como gatos, antes de acostarse. No sé yo como andarían de olfato entonces. Seguramente como todos olían, no se molestaban, cada uno estaba inmunizado con su propia fragancia. Y por la mañana tres cuartos de lo mismo.

El 10 de Mayo de 2019 se cumplirán 50 años de la llegada del agua potable a Benissa.
De la traída, aunque suene mal.

Ya, casi casi, no quedan de los que vivieron aquellos dos años de zanjas y tuberías por todas las calles.

Yo recuerdo a mis padres negociando la entrada de la conducción por la calle Escoto. Evitaron tener zanja delante de c por el tramo más corto.

No sé el interés que se tiene por conocer lo que hay detrás del grifo del lavabo que sustituyó el palanganero.

El valor incalculable de las instalaciones. No sólo económico, también estratégico y generador de riqueza. La transformación de un pueblo agrícola y emigrante, en un pueblo de cultura, acogedor y servicial, bien vale la pena conocerlas.

Pocos saben las horas y desvelos que un reducido grupo de personas, a todas luces escaso, tiene que soportar para que se mantenga su equilibrio.

La facilidad de acceder a un buche de agua, a una ducha regeneradora “por derecho”, y sin reconocer su valor, es el desprecio más grande que se les puede hacer a mis antepasados.

La mayoría de los visionarios y pioneros relacionados con aquel sueño hecho realidad ya no están entre nosotros. Y yo, Quijote tembloroso en una Mancha de un solo molino, junto a Ximo Castells, somos testigos de los hechos, penurias y mejoras.

Y junto a Domingo Iborra, como actor superviviente, di mi palabra que al cumplirse los 50 años de la "traída" de aguas a Benissa, sólo o acompañado, honoraria la memoria de los que empeñaron su casa, sus ahorros y  hasta perder la vida en el intento.

Hoy leo que llueve en Benissa, ciertamente es una bendición. No sabéis cuan necesaria es la lluvia en esta historia.
Se manifestó por el concejal del Ciclo Hídrico, la intención de convocar una comisión que estudie cuáles podrían ser las actuaciones a realizar y ofrecer un sencillo homenaje a los que promovieron, y a los que en épocas difíciles creyeron i costaron la "traida de aguas a Benissa".

Todos los benisseros.

Y en ello estoy. 

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