¿La última, oportunidad?

Desde este humilde medio de expresión, quiero transmitir a aquellos que me siguen, un mensaje de ánimo y esperanza.

La naturaleza esta hablando. 

Hasta ahora  solo nos mostraban el deterioro del planeta "agua",  cuatro agoreros, cuatro locos-cuerdos.

Los países, desde el mayor al menor, no cumplen las directrices que ellos mismos firmaron. 

Estoy convencido que aquellos grupos humanos que sigan las instrucciones y tomen precauciones, sobrevivirán. Quizás este sea el último aviso con la posibilidad de rectificar.

Estamos en manos de quienes entienden de virus y plagas.

Sigamos, cada uno en su círculo familiar, al pie de la letra las normas. Hacerlo por uno mismo y sobre todo por los demás, vuestros hijos, por su futuro, por nuestros padres y hermanos y resto de personas.

Cada uno en su campo de responsabilidad. 

Y ahora, todos aquellos que hemos vivido estas décadas  extraordinarias, que consciente o inconscientemente, hemos vivido de cara a la naturaleza, admirandola, sí, pero poseyendola en el sentido más ruin, cambiando su ritmo,  su equilibrio. No hemos dejado ningún centímetro cuadrado sin nuestra firma, la mierda. Ahora cualquier fuente centenaria emana contaminada de ese peculiar pastel cular. 

Esto va a ser un aviso, muchos morirán, no me excluyo, pero cambiamos ya, o el mundo se acaba, o mejor dicho, se acabó el mundo de homo "sapiens", pretencioso calificativo.

Estos días en casa, reflexionemos. Tener dinero, coches, casas, bufonerias varias..... En estos momentos ¿de que sirven?. Los coches parados. Mercedes, BMW, Renault'S, Audi's...... Y casas?. Si se está temblando, (en un cuarto de 2x3) , y no es del motor del auto, más bien son las tripas llenas de aires 

Reflexionemos pues y empecemos por respetarnos a nosotros mismos. 

Podemos hechar mano de santos, estampas y reliquias, de las que sólo nos acordamos el día de la fiesta, el paseo del santo es una excusa, son las fiesta del exceso.

Aquí, encerrados, ni TOMMY, Rolex, Chanel n°5, BMW, Delacost y tres billones de euros en la cuenta corriente, un minúsculo e invisible se lo llevará todo en un estornudo. 

Sólo la sincera reflexión y el reconocimiento de nuestro suicidio consciente y un propósito, al salir de esta, de un cambio radical, si no, solo nos queda menos que un bostezo. 

Seguiré.....

Vicente Ibañez Mas
costeretaconvent20@gmail.com