"Bailar pegados"

Bailar pegados.

 “Bailar pegados es bailar,
igual que baila el mar con los delfines,
corazón con corazón, en un solo salón dos bailarines,
corazón con corazón, y en un solo salón
abrazadísimos los dos, acariciándonos,
sintiéndonos la piel,
nuestra balada va a sonar,
vamos a probar, probar el arte de volar ,,,”

La canción de Sergio Dalma sonaba en 1991, en el festival de eurovisión,  el titulo era “Bailar pegados es bailar”.

-       ¿ Que nos quieres contar, Vicent?

-       ¿ También entiendes de música y bailes?

Preguntas que será normal que algunos se hagan y piensen que:

-       Este opina y emite juicios de todo, y publica sus opiniones sin un mínimo de humildad.  Pues muy bien. Sigo.

Los mayores nos contaban que los bailes que en épocas pasadas se realizaban en las fiestas patronales les llamaban verbenas.  Estas, vigiladas convenientemente por los mayores, servían para emparejar algunos jóvenes que ya estaban en edad de matrimoniar. En algunas ocasiones, los progenitores tenían mucho que ver en las casualidades de los encuentros.

En la década los años 70, “ 1970 a  1978”, y supongo yo, que debido a la influencia de los turistas, los focos discotequeros de nuestro entorno eran Benidorm  y  Xabia.  Los nombres que más sonaban, en Benidorm,  Penelope y Pacha,  y en Xabia,  El Moli y el Caracol.  Algunos se alargaban un poco más,  hasta la discoteca el Hexágono en las cercanías de Palmera.  Yo poco puedo contar de Benidorm, no era mi ruta,  por lo que me voy a centrar en Xabia.

Las discotecas estaban a rebosar, con el importe de la entrada se adquiría derecho a una consumición, las chicas no pagaban entrada. 

Los cantantes de entonces eran: Boney M, Richard Cociante, Camilo Sesto, Albert Hammond, Miguel Bose, Nino Bravo, Roberto Carlos, Chicago, Umberto Tozzi, Sandro Giacobbe, Bee-Gees, Village People, Donna Summer, The Jackson 5, Gloria Gaynor, Barry White, ABBA ….

En la pista se intercalaban dos tipos de ritmo. Música discoteca, o “baile suelto” o música lenta o “baile agarrado”.

Cuando sonaba la música lenta los chicos invitaban a salir  a bailar a la pista a la chicas. Las chica decían no. Calabazas. Se insistía, a veces era una resistencia estudiada. La pista se llenaba de parejitas apretujadas, muy juntas, que con una canción como  “Bella sin alma”  se derretían en la pista.

Cuando el ritmo discoteca suelto y fuerte volvía, las parejas del lento desaparecían en los recovecos íntimos y tranquilos. Otras consolidaban en la primera fila de mesas, con la consumición gratis, la amistad recién estrenada. 

La petición de baile del chico a la chica, suponía para el primero un gran esfuerzo, principalmente por el miedo  a ser rechazado. Que te dieran calabaza, pues. 

De aquellas parejas de baile lento, surgieron parejas estables y muchos nacidos en los 70, son hijos de los cantantes y canciones de aquella época.

¿Y a que viene todo esto?.

Este verano, Benissa Digital, se ha hecho eco de las fiestas que se desarrollaban en distintas salas de nuestra comarca. Si observamos, el baile lento, de petición, ha desaparecido, y con el, una buena manera de empezar una relación.

Observamos que los colectivos sudamericanos, con sus bailes, que incluso, algunos,  podríamos calificar de suelto, persisten en la petición de baile, los chicos invitan a las chicas a bailar. Salsa, vallenato, candombe, joropo, merengue, cueca, bossa nova, mambo, etc., el chico invita a la chica.

Por el contrario, las discotecas, además de establecimientos para tomar unas copas, con la competencia del botellón en las explanadas de sus parkings, y algún que otro show,  han dejado de programar música lenta, habiendo desaparecido el emocionante juego de la invitación.

Las pistas se han convertido en espacios donde se queman unas calorías y se guiña un ojo para confirmar que se acepta un baile fuera de pista, fugaz y sin compromiso.