«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 12 de septiembre de 2011

La Metamorfosis.

Frank Kafka publico en 1915 un relato, y una de las 159 interpretaciones que se han hecho del mismo, aun habiendo transcurrido más de noventa años, el argumento es plenamente aplicable al tiempo actual, y creo que crecido y aumentado. 


Entre las más obvias de las interpretaciones del relato, están aquellas que se refieren al trato de una sociedad burocrática y autoritaria, hacia los individuos diferentes, quedando estos, aislados, incomprendidos y fuera del engranaje social, convirtiéndose en un círculo vicioso que solo generaba desesperación y odio.

Hoy la maquinaria burocrática política y sectaria en algunos casos, hace que todos nos sintamos Gregorio Samsa, transformados en meros insectos trabajando para un ente que nunca deja de pedir y que tiene en su poder los métodos necesarios para “fidelizarte”.

Pero la metamorfosis a la que quería referir hoy era al cambio que se produce en los ciudadanos-candidatos, cuando después de las elecciones son proclamados, y desde ese preciso momento se creen paraclitados por el espíritu y cada uno ya es un experto del área en que le ha tocado en suerte.

Los cambios que se producen, para mí, son muy profundos.

La transformación del candidato.-  

1.- El candidato, vestido de sport o ropa ligera, te ofrece un saludo, saludo exagerado,  llamándote por tu nombre, al choque de manos ostentoso y ruidoso, acompañado de preguntas en voz alta que, a veces, imponen el ciudadano. Preguntando por la familia, y ofreciéndose a la resolución de problemas del ciudadano con la promesa de estar cerca de él. Es el momento del candidato accesible.

2.- Ganador y proclamado, se rodea de asesores, secretarios, despacho, agenda, coche oficial, etc, Se produce el olvido claro y ostensible del ciudadano, ya, en los foros que haga falta, ofrece disertaciones que lo proclaman como mejor vocero, además de erudito en su puesto designado. Su voz se transforma en una voz engolada y un discurso de cantinela soporífera, amén de poco que decir y mucho que repetir. Es la situación del candidato inaccesible.



3.- Perdedor y no resignado, ofrece una retahíla de adjetivos, que gracias al asfalto y los muros de contención del edificio democrático, las invectivas no hacen mella. Estar relegado a la  oposición, no es un resultado que pueda resistir por mucho tiempo. El candidato se ofrece al ciudadano, para resolver aquellos temas, que por su naturaleza puedan ser desgastadores del candidato proclamado. Es la situación del candidato, “se nota el mal perder”.

La proclamación de los ganadores dirigentes, ofrece una parafernalia que, ni que este fuera un ungido, cuando solo y únicamente es un voluntario para servir a los demás. La sabiduría que se adquiere se hace servir para …. “El mejoramiento de la calidad de vida del ciudadano”, suele no coincidir . Los despachos ostentosos, amplios y bien amueblados, contrastaran, es seguro, con el salón del ciudadano, que seguirá con los problema que el candidato ganador estuvo aguantándole y que en su mayoría no se resolverán. Pasarán cuatro años. El candidato a la reelección, se creerá con todo el derecho, ha de ser el más votado, ya que sus obras le avalan.

Mientras todo esto ocurre, el ciudadano sin comprender, los califica a todos iguales.


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            -      No amigo, no, no todos son iguales. Pero si es verdad que se vuelven iguales.

Y ten por seguro que hay en estos momentos, tanto candidato ganador inaccesible, que produce vergüenza ajena, fotografías de candidatos ganadores e inaccesibles  sentados en la mesa de un colegio, rodeado de niños como uno más, rodeados de fotógrafos (es lo que cuenta “la foto”), cuando en ese mismo momento otros estaban sentándose en el barracón que hace ocho años instalaron en la pista de atletismo.

Pero, cuando el candidato ganador inaccesible necesita del ciudadano engañado, pone su maquinaria persuasiva a trabajar, y sí amigo, sí, volvemos a entregar la vara de la sabiduría y la infalibilidad a un ciudadano como tú o como yo, que lo único que merece es volver al salón de su casa y sentarse en su sofá raído, y reflexionar. 

Este articulo no se refiere a nadie en concreto, pero si alguno lector quiere poner nombres, sera el lector y no yo.

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