«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

martes, 31 de marzo de 2015

TREINTA Y OCHO .- La EP y YO. Mis 10 años con Parkinson.

En 2005
Este año celebro mi entrada en el selecto circulo, de los que no se sabe porque, estamos afectados de una enfermedad neurodegenerativa, invalidante e incurable. 

La Enfermedad de Parkinson afecta entre el 1 y el 1,5% de la población. Antes de los cuarenta años, la EP aunque excepcional, va en aumento. La incidencia de esta enfermedad empieza a aumentar a partir de los cincuenta años

Aquel 5 de diciembre de 2005, después de dos angustiosos meses de pruebas y análisis, recibí la sentencia, después de examinadas las pruebas y escuchada mi declaración.

La sentencia podría haber sido, pena de muerte, cadena perpetua o 10 años y un día. La naturaleza constituida en jurado, benévola conmigo, decidió que era merecedor de la cadena perpetúa.

Desde aquel día, llevo encadenada a mi pierna izquierda la bola de reo, la cual potencia la lentitud, la parálisis, o una aparente indecisión temblorosa en cualquiera de mis actos.  

Mirando atrás, me detengo en cada uno de los cambios que se han producido desde entonces. El vuelco que ha dado mi anterior apacible y rutinaria vida.

Son tales los cambios que, pienso yo, si no fuera por mi aceptación desde el primer momento, hoy psicológicamente estaría hundido.

Mi curiosidad e interés por conocer a otros con mi misma enfermedad, como viven, como la rechazaban, como confían en el descubrimiento de la vacuna ... conocer que síntomas sentía cada uno de ellos. Sí, esa curiosidad y convivir con algunos de ellos me dieron ejemplo de como debería llevar mi vida. Desgraciadamente, uno no es en que dirige el barco de la vida, el oleaje, las tormentas ...... los imponderables, a veces, desvían el rumbo. 

La situación puede superar a la marinería, a los familiares, a los amigos, a todos aquellos que no comprenden nuestro comportamiento, el cual sin duda cambia, sea por voluntad propia o por efectos secundarios de la medicación. Se pierden, abandonan, rompen. 
 

Y te ves celebrando, junto a otros, con parecidos síntomas y problemas  el aniversario de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson, declarado por la Organización Mundial de la Salud, el 11 de abril, Día Mundial del Párkinson.


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