En poco tiempo en todas las casas se construía ese cuarto, y algunos hasta tenían un aparato que calentaba el agua. la ubicación del aparato eléctrico se situaba justo en un rincón, y se le llamo ducha. Era una situación peligrosa, el agua y la luz en un espacio tan cercano. La capacidad de agua calentada era limitada y en la cola para la ducha había una guerra, los que se quieran duchar, los que no les alcanzaba el agua caliente y los que querían salir corriendo por el pánico a la limpieza y el aseo.
También recordaran las conversaciones de sus padres. Las criticas y el desacuerdo con la forma de calcular el pago. Eso, si su padre estaba en casa, y no estaba en Suiza, Alemania o algún otro país de Europa, de peón de obra, de barrendero, basurero u otro oficio respetable, pero de baja consideración.
Pero aquellas zanjas trajeron consigo un cambio. El aseo personal.
No. Trajeron otro. Fueron volviendo nuestros abuelos y padres de los países del norte, donde fueron a trabajar sin necesidad de cruzar ningún mar, ni necesitaron pateras. Vivían en países extraños y guisaban comidas que a los nativos les eran molestas.
De eso no se acuerda casi nadie.
Cuando escucho comentarios xenofobos miro al sujeto y pienso que el agua no trajo todo. Parece que lavo esa parte de los recuerdos han ido a parar donde se almacenan los recueros no deseados.
Cuando escucho comentarios xenofobos miro al sujeto y pienso que el agua no trajo todo. Parece que lavo esa parte de los recuerdos han ido a parar donde se almacenan los recueros no deseados.
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