Placa del Portal - Creu de Terme - Ajuntament de Benissa |
Hace días que quiero escribir algo, pero no consigo dar con el tema. No es que no tenga asuntos atractivos o de actualidad muy interesantes, pero, a la hora de ponerme delante del teclado, me entra una pereza extraña, un hartazgo con desasosiego.
En mi última publicación, transmitía incertidumbre y pesimismo en la reacción global al reto planteado a la especie humana por el virus COVID-19.
mapa mundial del COVID-19 |
El confinamiento, la clasificación como persona de riesgo y la falta total de confianza en los dirigentes políticos, han supuesto un salto a peor de los síntomas de mi Parkinson. Puede que una pequeña parte, con mucho esfuerzo y convicción, sea recuperable. Eso espero. No será por pereza o falta de ganas de darme una lección a mí mismo.
La prueba que hemos pasado, y viendo mi estado, no me cabe duda que a muchas personas les ha supuesto un gran trauma. Yo mismo, que creía que estaba dispuesto y preparado para afrontar la cuidanza de mi madre de 93 años, con la ayuda inestimable de mi esposa, he comprobado que nadie está preparado para nada. Nuestra debilidad es patente. Nos creemos los amos y señores de la tierra, somos envidiosos y la fomentamos, insaciables destructores de la belleza, sustituyéndola con otras “bellezas” artificiales a costa de envenenar la creación. Somos tan débiles como una hormiga y más letales que un virus, pero tan débiles como el más ínfimo ser vivo que habita la tierra.
Casado y Abascal |
Con esta pandemia se ha ido la generación de la Guerra Civil, del Racionamiento, de la Dictadura, de la Transición Española (ejemplo para otros países) pero denostada por los nietos de los que hoy mueren a mansalva. Y todo dirigente quiere ser reelegido, y si lo hace bien, se le premiara con más tiempo para que sus ideas de mejora de la calidad de vida de sus conciudadanos las ponga en práctica, con humildad y contando con los demás.
Los que no han sido elegidos o no han sabido reunir suficientes votos para ocupar la dirección, deberían plantearse la colaboración crítica y no la crítica destructiva.
Dicho todo lo anterior, y viendo que ni los hijos y nietos de los que están muriendo vergonzosamente, por una cicatera y lucrativa política sanitaria, por un todo vale, y por un camino sucio y corto alcanzar el poder, no tengo más que decir que “en mala hora los parieron”.
Nadie preveía este desconocido baño de debilidad, vean quien, aun con errores saco el fregado adelante.
Sanchez e Iglesias |
Vicent Ibañez i Mas
nicaralvent@gmail.com
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