Para
los que al despertar cada día, tenemos
el mar Mediterráneo frente a nosotros como horizonte, y que ya nuestras pupilas están saturadas del azul
que desprende, nos sorprende el verde, a veces eléctrico, que vemos tal y como nos vamos acercando a los farallones de
mil alturas, algunos de ellos nevados, de los Pirineos.
El
verde para los que vivimos en la España seca, es el complemento definitivo del placer del sentido de la
vista.
Torreciudad |
Por
eso, creo yo, los dirigentes de la OBRA, entre ellos san Josemaría, colocaron
en la comarca del Somontano, a un paso de los Pirineos, una construcción, que
sorprende por sus líneas, y que a los lerdos nos hace compararlo a un templo
tibetano, donde residiera el Dalai Lama.
Se
encuentra el templo y sus anexos en una construcción compacta y que por nada lo
asociaríamos a un templo cristiano-católico. Su ubicación se encuentra en el
saliente de una montaña, abalconado sobre un embalse de agua quieta y de azul
intenso.
Mirador desde Torreciudad |
Desde
lejos, vemos, que el templo, rojo por el ladrillo cara vista de la
construcción, esta rodeado de dos azules, uno, el del agua retenida en el
pantano de El Grado, el otro, el azul del cielo. Y un tercer color, el verde de la montaña
pirenaica.
Los
tres colores primarios.
No
voy a escribir sobre el Opus Dei, porque de ese tema desconozco todo. Se, que está descrita como "la fuerza más polémica
de la Iglesia Católica", y que está visto por algunos teólogos como
signo de contradicción y por otros como fuente de controversia. Y así como ha
encontrado apoyo en los Papas y líderes católicos, también ha sido criticado
por diferentes sectores y ex miembros.
El Opus Dei
recibió atención mundial tras la publicación del best seller de ficción,
escrito por Dan Brown titulado "El código Da Vinci”. Después de calificar al Opus Dei
como una "secta católica" en "página de hechos" de su
novela, Brown crea un relato en el cual se presenta a las personas de la
organización como unos devotos fanáticos, utilizados por estafadores para fines
siniestros. Es habitual, que como otras fuerzas poderosas, tenga sus detractores, y no cabe duda que esta los
tiene.
San Josemaria |
Con
posterioridad a la visita, busque el porqué de la ubicación del santuario en
ese punto. Hay pues un precedente, y es que ya desde la antigüedad existía una
torre de vigía árabe y una ermita dedicada a la Virgen de Torreciudad, Nuestra
Señora de Los Ángeles y que tuvo algo que ver
con la niñez del fundador de la Obra.
Pero yo
quería llegar, al punto de reflexión, sobre la elección de la situación de
santuarios y ermitas. Por lo general ubicados estos, en puntos de
misteriosa belleza, o de extraordinaria visualidad.
La elección
de dichos puntos, servían, para realzar mucho más, la grandeza y santidad de la
advocación en ella consagrada. Serviría supongo para que los espíritus de los
creyentes asociaran la grandeza de la visión con la de su creador.
En fin, que
después me traslade en espíritu a nuestra comarca de la Marina Alta. Observe y
comprobé que las actuales ubicaciones extraordinarias están ocupadas por DON
DINERO. El lado espiritual ha desaparecido a base de encofrados de hormigón y
ladrillo enlucido. Las alturas han sido colonizadas por grandiosas mansiones o
chalets de un valor desorbitante. Y además, no se puede ir en romería y
festejar al santo, porque ya no es de todos, solo es de uno.
La Marina
Alta, con unos rincones y balcones de naturaleza extraordinarios, es hoy una
tabla de parchís salpicada de hormigón, que dio paso a una especulación sin
medida y que ahora, una vez cocido el puchero, es un agua chirle llamada paro.
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