«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 12 de marzo de 2012

Las fallas.

Cuando mis tíos nos invitaban a pasar unos días en Valencia, coincidiendo con las fallas, no recuerdo tanto estruendo,  y tanta luz como ahora vemos en cada calle o barriada.

Durante los días que pasábamos allí, era más el “dolce far niente”, que participar en la fiesta.

De las “mascletas” y fuegos artificiales, recuerdo pocas y cortas. Nada que ver con la demostración de poderío que se hace ahora con una “mascleta” cada día desde el  1 al 19 de marzo. Y los fuegos artificiales, con sus coloridos imposibles, cuyo valor monetario supera cada año al anterior.

Valoro las fiestas y felicito a los que se divierten con ellas, pero siempre me queda  la duda, y es que realmente el festero las disfrute. Más bien es posible, pienso, que las disfruten trabajando en la provisión de fondos para cubrir los gastos, realizando rifas, loterías, excursiones, chiringuitos, etc. Estas actividades tienen el poder de unir a los festeros, un objetivo marcado es realizar las mejores fiestas, superando a las del año anterior.  A veces en esas actividades previas, además de la camaradería festera, se establecen vínculos más fuertes y se deshacen otros. 

Pero lo que para mi es incomprensible, es el desprendimiento económico que hace gala el valenciano, quemando tanto dinero en apenas unos segundos.
En tiempo de crisis, y esta lo es con categoría seis estrellas, no he leído /oído, austeridad, reducción de gastos, anulación de la fiesta…

No.  Aquí, quemar produce más dinero para quemar.

No me extraña pues, que durante estos años una serie de personajes, también emulando a los falleros, organizaran la falla de la quema del sistema financiero valenciano. 

Esta claro que la convivencia de personas normales, que festejan y se divierten, junto a potenciales pirómanos, refuerza y camufla las intenciones de estos últimos.

Seria cuestión de un estudio sociológico, si la quema de masclets, mascletades, fallas y fuegos artificiales, perturba ciertas mentes y las hace directamente adictas a la quema de empresas, bancos y quiebra de las instituciones,  sin darse cuenta que imparablemente las están llevando a la profunda ruina.

Espero y deseo a los falleros y falleras unas buenas fiestas de colores y alegrías. Y a los pirómanos de la riqueza valenciana, tápenles estos días los ojos con los antifaces antiguos de los jumentos que trillaban en las eras.

San Josep mira si puedes hacer algo, porque la solución no tiene solución.

Felicitaciones a las legiones de Pepes, Joses, Joseps i mas.





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