«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

lunes, 26 de marzo de 2012

MARINA SALUD

-          Atchiiisssssssssssss!!!!.

-          Salud. (Jesús).
Parece que sí. Que la señorita Marina Salud tiene una enfermedad, últimamente muy frecuente, y el diagnostico es baja Solvencia.
Dicha enfermedad, se ha comunicado ahora, pero los tutores de la señorita Marina Salud comunicaron, en cambio,  que en el año 2011, su salud era tal, que había ganado  968.000 glóbulos. 
La secretaria autonómica, aun remacha que, la señorita Marina Salud, a duras penas puede hacerse cargo de las niñas del  Área 13, como para tener que cargar con la vieja de Pedreguer  y  la orgullosa de Denia.

Un representante de los sufridores de las toses de la señorita, comenta,  que en la reunión  del Consejo Medico,  se presentaron las quejas de los que supuestamente,  Marina Salud, es protectora.   Vaya, hay para todos lo gustos. Un poco casquivana la tal señorita.
A la enfermedad de la Solvencia, otros la llaman Insolvencia. Ahora no se sabe cual vale. Tan pronto se es solvente como no. Para mi son lo mismo, ya que al final es un nada de nada esfumado. Mire por aquí, mire por allá, y ya no esta.

No se sabe como, teniendo habitaciones cerradas, nomina de médicos mileuristas, agendas cerradas para camuflar las listas de espera, y exprimiendo al máximo todos los jugos, se haya insolventado.
La solvencia y la insolvencia de la enfermedad de Marina Salud, no cabe duda, viene, en parte, heredada de sus padres y padrinos. El apuesto y aguerrido Bancaja y la desflorada mil veces CAM, engendraron junto al padrino DKV (furgonetero), a la rebelde, inconstante y lista cerrada Marina a Salud.
Se cuenta el caso, de que los pedigüeños de Benidoleig le quieren disminuir la maldita Solvencia. Piden que dedique más glóbulos en esa población. A los descarados les chupan la sangre en un pueblo y les dan los resultados en otro.
Por fin, la secretaria autonómica ha emitido la receta para la erradicación de la enfermedad que aqueja a la inefable Marina Salud:

      -          Los duplicados de tarjetas SIP, se tendrán que pagar. ¡Gran ahorro, sí!.

      -          La lavandería y la cocina, se le adjudicara al mismo amigo.

       -          Menú único en los hospitales. Pan y agua. Siempre fue muy sano y se abandonó la costumbre.

     -          La reordenación de recursos asistenciales entre centros, o sea, menos de todo.

      -          Un mayor control en la derivación a centros privados. Solo a los de los amigos, porque los otros no sueltan comisión.

-          Los extranjeros, que paguen. Y claro, nosotros también allí.
Un compromiso por parte de la secretaria autonómica, dar la mayor=menor información posible a los representantes vecinales de la evolución de la enfermedad, ya que eso produce desasosiego en la población, y a veces una epidemia de indignación.

Amigos, barbas a remojar. Bolsillos aflojar.

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