«Gracias a la libertad de expresión hoy es posible decir que un gobernante es un inútil, sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

Jaume Perich (1941-1995). Escritor y humorista

martes, 6 de marzo de 2012

Reinos de Taifas ك الطوائف.

La experiencia, los años vividos, hacen a las personas sabias. Las experiencias. Los golpes y porrazos, hacen a uno profesional de lo suyo.

En el caso de la política, y me voy a quedar en los ayuntamientos, las experiencias se repiten y siempre con los mismos resultados. De ello saben los empleados públicos, que a través de los años, comprueban la entrada de lerdos en la administración y el procedimiento administrativo.

La constitución de los equipos de gobierno con la entrada  de nuevos concejales, produce cambios y desplazamientos de influencias y poder. Y si hay “un bisagra”, ya entonces, aparece con mucha frecuencia la cojera del gobierno por la aceptación de cualquier propuesta, por descabellada y peregrina que esta sea. Todo sea por mantenerse en el poder.

Voy a puntualizar el objeto de mi reflexión.

Prácticas políticas del gobierno local:

-         -     Obviar a los buenos profesionales públicos (Indiferencia total en algunos casos).

-    -   La sabiduría adquirida junto al acta de concejal, le alimenta el ego de una manera desorbitada. Sabe de cualquier materia, por eso ha sido elegido. Ni hablar si es relegido. Y apaga y vámonos si es re-re-legido.

-       -   Cambio de decoración del despacho. Nueva mesa, sillas, luces, cuadros … 

-   -.  El acompañamiento de un asesor/a personal. En la mayoría de las ocasiones es un enchufe, que para desgracia de la población, cobra un sueldo importante, sin tener, en algún caso sangrante, luces suficientes para entender de lo que se le habla. Eso si, tramita sus asuntos desde el despacho y con línea de internet sin censura. A falta de que asesorar el “asesor/a de no se nada”, se dedica a lo suyo, y tiene despacho profesional pagado por todos.

-       -   En todos los casos, cuando el concejal aumenta su poder dentro de la corporación, desde ese momento, el departamento crece en efectivos de personal y medios, sin ser esa la necesidad. Pero el concejal se rodea de signos de poder, que es el alimento y señal  de su poderío.

-   - Tomas de decisión que lesionan la profesionalidad de los trabajadores, restructurando departamentos estructurados y la elección o confianza a persona que no  son apropiadas al perfil. La consulta a los profesionales es nula, se rodea de uno o una camarilla generalmente resentida y no de los mejores. La suerte ya esta pactada.

La excesiva dejadez o el excesivo intervencionismo, es una ruina para la maquinaria municipal. Pero lo es más, la falta de dirección, la dirección balbuceante e insegura y la aceptación de la existencia de los reinos de ملوك الطوائف.

En tiempos de crisis no se puede dejar una maquinaria que debería ir al unísono, que funcione a su aire. 

Una maquinaria que funcione sin coordinación y al capricho de uno o dos ciudadanos investidos con un acta de concejal con las que se creen, pueden hacer, decidir y hacerse valer, por ese solo hecho.

Que se creen expertos en lo que, antes de su nombramiento eran puros analfabetos.

Triste realidad. Con el acta de concejal se adquiere el doctorado en cualquier materia.

Así nos va.


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